Capítulo #34

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⋆⋅⋅⋅⊱∘───[ M a g g i e ]───∘⊰⋅⋅⋅⋆

Al día siguiente me arreglé desde temprano y más o menos a la hora que mi madre me hacía bajar con gritos, fui a desayunar. Jimin y sus padres ya estaban ahí. Me avergoncé un poco pero terminé bajando.

—Oh, Maggie, buenos días. Siéntate.— Me saludó Shinhye con su tierna sonrisa.

—Gracias.— Me senté junto a ellos evitando a toda costa mirar a Jimin.

—¿Dormiste bien, Maggie?— Preguntó Dylan tan amable y caballeroso como siempre.

—Sí, gracias por preguntar.— Hice una pequeña reverencia sonriendo.

—¿Qué quiere desayunar Srta. Lindemann?— Preguntó una de las empleadas con voz amable.

—Cereal, por favor.

—En un momento se lo traigo, Srta.

La empleada se fue y yo sólo veía a Jimin que no se veía nada bien, contuve las ganas de hablarle y bajé la mirada de nuevo. Como por arte de magia, abrió la boca.

—Me voy a la escuela.— Dijo poniéndose de pie.

—¿No vas a esperar a Maggie, Jimin?— Preguntó su padre.

Él me miró y estaba molesto, como si yo fuera la culpable de que él y Madison no pudieran estar juntos. En parte, tenía razón, porque después de todo si yo me hubiera negado a que su padre me ayudara, ella habría aceptado.

  —Vamos, Maggie.— Habló con un tono amable que a las millas se notaba que era forzado. Él comenzó a caminar pero yo aún seguía sentada y mirando hacia abajo. —¿Vas a venir?

—Ve tú, yo iré después. Gracias por ofrecerte a llevarme.— Respondí con la vista fija al frente, pero sin mirarlo directamente.

—Cómo quieras, Maggie.— Comenzó a caminar y la puerta de la entrada se cerró con fuerza ¿por qué me sentía tan mal? Jamás había estado de esta forma.

—¿Está todo bien entre ustedes?— Cuestionó su padre.

—Claro que sí.— La empleada trajo mi cereal y comencé a comerlo.

—Me alegra escuchar eso, yo me voy a la empresa.— Él se acercó a su esposa y reposó un pequeño beso en sus labios.

—Que te vaya bien, amor.— Dijo y Dylan se fue al trabajo.

  Terminé de desayunar y tomé mi mochila para salir, la verdad iba tarde pero no me importaba no quería ir a clases. Camine hacia un parque que estaba a dos cuadras de la escuela, minutos después mi celular comenzó a sonar y era Twyla.

—Hola.— Respondí sin emoción mirando a lo lejos un par de niños pequeños jugar en los balancines.

—¿Qué te pasa, Maggs?

—Nada.— Negué con la cabeza aunque ella no me pudiera ver.

—¿Estás segura?

—Claro que sí.

—¿Dónde estás? Faltan cinco minutos para que empiece la clase.

—Estoy en el parque a dos cuadras de la escuela.— Respondí acomodándome en la banca en la que estaba sentada.

—¿Y qué haces ahí, Maggs?— Me dijo Twyla en tono preocupado.

—No entraré hoy.

—¿Por qué?

⚘ Un Amor Correspondido ༊ ❨1era temporada❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora