Capítulo #3

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—Lo que pasa es que han llegado— Explicó Sam riendo.

—¿Quiénes?— Preguntó Twyla por mí.

—Los siete chicos.

—¡¿Qué?!— Dijimos al unísono y nos pusimos de pie al instante. —Entonces ¿era cierto?

—Anda, vamos y lo comprueban ustedes mismas.— Nos tomó de las manos y salió corriendo de nuevo. 

Llegamos hasta la puerta principal y vimos una limusina estacionada y minutos después bajaron aquellos chicos. Literalmente todas las chicas empezaron a gritar como si les estuvieran rompiendo un hueso y a decir que estaban todos muy guapos, lo que yo califico como fangirlearle a alguien con los aires subidos. Era cierto que eran apuestos pero no era nada fuera de lo normal. 

—¿Por qué nos vienen a presumir su dinero?— Alessa cruzó sus brazos con un mohín en sus labios. 

—Sólo quieren llamar la atención.— Contestó Twyla mirándolos con expresión cansina. —Y creo que lo lograron, toda la escuela está aquí para verlos.

—Sí, hasta nosotras.— Comenté sin creerlo aún.  

—Mejor vámonos que ya no soporto los gritos. Malditas locas fangirls.— Se quejó la de cabello corto comenzando a caminar de vuelta al patio en el que estábamos.

Las cuatro nos fuimos a sentar de nuevo y desde ahí se oían los gritos de las chicas. Parecían una manada de cabras poseídas por Lucifer.  

—¿Por qué gritan tanto?— Se quejó la rubia cubriendo sus oídos.

—Porque para ellas están muy guapos.— Respondió Twyla.

—Tenemos que admitirlo, ellos están guapos, los siete.— Confesó Sam dando una mirada de reojo a la entrada principal.

—Lo están pero eso no les quita lo engreídos que son. Eso ya les quita puntos, muchos puntos.— Hablé yo mirando la entrada principal como estaba llena de chicas gritando como llamas desesperadas.

—Los chicos como ellos son así de presumidos, les viene en el carné de identificación.— Se burló Twyla rodando los ojos.

—¿Ustedes creen que puedan estar mucho tiempo aquí? No creo poder soportar todos esos gritos todas las mañanas cuando lleguen ellos.— Alessa dijo mientras arrugaba su entrecejo mirando a las fingirls desesperadas, ella odiaba el ruido sin control y todo eso.

—No lo creo, ellos no están acostumbrados a la clase media. Con suerte encuentran a esa chica que están buscando y se van en tres días. Quién sabe, si se quedan aquí por más de dos semanas y alguien les ensucia la preciosa suela de sus zapatos son capaces de llorarles a sus papis.— Dije con una sonrisa. 

Todas rieron por mi comentario. Nos quedamos ahí platicando por un par de minutos hasta que dieron la campana para regresar al salón. Entramos al salón aún bromeando acerca de los chicos y nos fuimos a sentar a nuestros lugares. Todas las chicas de nuestro salón solo comentaban de los guapos que estaban esos chicos, el profesor de literatura ingreso al salón y comenzó a dar la clase. 

Diez minutos después tocaron la puerta interrumpiendo la larga explicación que estaba haciendo el profesor. Internamente lo agradecí ya que estaba a segundos de quedarme allí dormida sobre la mesa. 

—Adelante, Sr. Director.— El profesor habló y todos los alumnos se pusieron de pie para hacer una venia de bienvenida al Director.

—Gracias. Buenas días alumnos.

⚘ Un Amor Correspondido ༊ ❨1era temporada❩Donde viven las historias. Descúbrelo ahora