Capítulo 14: Disfrutemos el momento

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- ¡Hola Má!... ¿podés hacerme dos pastafrolas para mañana al mediodía?, una de batata y una de membrillo. Grandes... lo más grande que puedas. Gracias... ¡Besos!

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- ¡Hola Tía!... ¿podés hacerme una chocotorta para mañana al mediodía? Esa que es la mejor del universo... Grande... lo más grande que puedas. Candela te paga todos lo que necesites. Gracias... ¡Besos!

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- Hola Cande... necesito que mañana a la mañana me ayudes a hacer sanguchitos ¿podés?... Festejamos un cumple a la tarde en el club y estás invitada. Pero antes, tenés que ayudarme con eso.

- Ahh... Dale plata a tu mamá para que compre todo lo necesario para hacer una chocotorta grande... ¡Gracias! ¡Besos!

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- Hola Jime... mañana, preparen repertorio infantil, cumbiero y divertido, tráelo a Momo, y si estás al pedo antes de las 16, pasate por el club que necesitamos manos.

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- Amor... mañana tenemos fiesta a las 16 en el club, preparen repertorio infantil, cumbiero y divertido, deciles a los chicos que también lleven los instrumentos de murga, tiene que ser algo ¡bien alegre! ¡Te quiero!

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Los hilos de influencia de Lali se movían como en una danza sincronizada. Ella es una fiel convencida de que si cada uno aporta su granito de arena, entre todos podemos hacer algo grande, y hacia allí estaba dirigido su plan.

TODAS, absolutamente todas las respuestas a esos mensajes que Lali escribió aquella tarde fría de sábado, fueron la misma: "CONTÁ CON ESO" y Lali se sonrió emocionada y agradecida.

Al salir del Barrio de Peter, se fué directamente hacia el club, allí habló con el presidente, que la conoce desde que nació, y le contó lo que había pasado, y automáticamente todos empezaron a colaborar en lo que podían para que el domingo a las 16, el club brillara como en sus mejores días de fiesta.

Dos horas después de la llegada de Lali, apareció en el club Eugenia. Habían cargado en la camioneta de Cholo todos los globos que habían inflado para el fallido encuentro del sábado y las guirnaldas.

Atrás apareció Peter con la bebida para ubicarla en las heladeras del club, y Susana con los vasitos, platos y parte de la comida que habían preparado.

- ¿Vale con quien se quedó?

- la dejamos con la mujer de Cholo que es como una abuela para ella...

- Okey... ¡mejor, así tiene más emoción cuando vea todo mañana! - Eugenia se quedó un poco colgada, mirándola seria mientras Lali buscaba papeles afiche y cartulinas en el cuartito auxiliar al lado del escenario.

- De verdad, que no tenemos palabras para agradecerte esto Lali...

- No hay nada que agradecer... ¡hay que disfrutar!... Vale no se merece que le quede un recuerdo amargo de su cumple número 10, y entre todos podemos hacer que lo pase lo mejor posible.

- ¡Esas pendejas son unas mierdas!, perdoná pero yo no tengo ni tu paciencia ni tu poder de razonamiento...

- Jajaj... no te preocupes ¡Yo pienso eso, pero no de los nenes! Sino de los padres... los adultos crían a esos chicos con prejuicios, ¡sus propios prejuicios!

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