Capítulo 12: María

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La ansiedad de Lali en esta ocasión al visitar a Leonardo, es notoriamente mayor a la que la invadía la primera, la segunda y la tercera vez que se entrevistó con él.

Sabe que una vez más, Leonardo le volvería a pedir que buceara en su pasado lejano, para ver si encontraban algún nuevo indicio de los traumas que la aquejan en el presente.

Después de la charla amena de recibimiento, y al tratar de iniciar la hipnosis, Leonardo observa que está muy nerviosa.

- Lali, ¿te sentís bien? ¿Estás en condiciones de que continuemos?

- Sí, si Leonardo... pasa que todos estos días estuve pensando mucho en esta próxima sesión.

- ¿Por qué? – el médico se lo pregunta visiblemente preocupado porque su predisposición no le permita continuar.

- Porque encontré a ese chico que me atropelló, y que también ví en mi regresión anterior.

Leonardo se acomoda en su taburete al lado del diván donde Lali ya está recostada y se quita los lentes, con cierto semblante de preocupación.

- Sé que es difícil manejar la ansiedad que estos sucesos te están provocando Mariana, pero tenés que pensar en la cantidad de gente que conocés a lo largo de tu vida... ¿los recordás a todos?

Lali se reincorpora y lo mira con algo de pena – No... claro que no... pero él apareció antes y ahora.

- Intuyo cierta necesidad tuya de que ese chico forme parte de tu vida... ¿me equivoco?

- No, noo Leonardo... ¡para nada!, lo que pasa es que sentí algo muy fuerte el día que lo conocí, en esas circunstancias, y luego la regresión, y volver a encontrarlo.

- A ver Lali... voy a decirte Lali, así guardamos tu nombre de pila para darte las directivas durante la hipnosis – Lali asiente sin decir nada.

- Lo importante durante el tratamiento, es tratar de mantener nuestra parte racional lo más estable posible. ¡Ya para irracional, es todo lo que se nos presenta! Necesito que pienses como te hubieses comportado con ese sujeto, si no hubiese aparecido en tu vida pasada.

Lali piensa unos segundos... - ¡es que eso es lo curioso!... ¡el encuentro en el subte, y la sensación que tuve cuando me recogió para llevarme al hospital!... yo ahí ya intuía algo raro con él.

- Creo que lo mejor es que te relajes y tratemos de explorar más en esta nueva sesión. ¿Estás de acuerdo?

- ¡Sí Claro!

- ¿Y no vas a frustrarte si ese chico no aparece? – Lali piensa un segundo y contesta sin mucha decisión- No, no voy a frustrarme.- Pero quizá la acotación tendría que haber sido... ¿No vas a agobiarte si lo encontrás?

- Okey... empecemos entonces.

Ni bien Leonardo terminó la cuenta de 10 a uno... Lali estaba en un completo y profundo estado de hipnosis. Él pasó su mano por encima de sus ojos, y sus párpados se mantuvieron cerrados sin tensión, absolutamente relajados, incluso se adivinaba en su semblante una completa paz.

Leonardo se tomó unos segundos antes de empezar a formularle preguntas sobre el momento que estaba transitando, pero antes de que él comenzara a preguntar nada, Lali empezó a cantar una especie de canción de cuna, en un idioma totalmente indescifrable para el médico.

Su voz era armoniosa, dulce... era una especie de nana para arrullar bebés.

A- a-a, a-a-a,

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