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Capítulo 58: La felicidad

FELICIDAD: Estado de ánimo de la persona que se siente plenamente satisfecha por gozar de lo que desea o por disfrutar de algo bueno.

A veces las definiciones de las palabras, no llegan a decir nada, porque hay cosas tan, pero tan inmensas, que la definición es pura convención.

¿Qué es la felicidad? Y sí, claro... esa definición le cabe perfecta para una generalidad... pero ¿Qué es para vos la felicidad? ¿Qué es para mí? ¿Qué es para tu abuela? O tu hermanito...

La felicidad para el que espera, es que eso que espera, llegue. La felicidad para un enfermo, es la cura, o la liberación. La felicidad para un preso, es la libertad. La felicidad para una madre, es que sus hijos estén bien. La felicidad para algunos, es que al otro le vaya mal (de estos hay muchos, desgraciadamente)

Para un niñito, es ese juguete que ansía, para algunas mujeres es que, ese test dé positivo por fin. Para algunos hombres, ver el partido del domingo con birra y amigos. Para alguien quizá es que dejen de hacerle bullying.

Recibirse, viajar, comprar una casa, alquilar tu primer departamento, que te salgan bien las mamografías, que tu hija, tu hermana, tu madre, vuelvan a casa sanas y salvas. Que tu hijo consiga una chica que lo cuide como mamá (de estas también hay muchas) Que algún día dejen de usar puto o puta como insulto y que dejen de separar a la gente por, con quien elige disfrutar del sexo.

Hay tantas definiciones de FELICIDAD como personas en el mundo.

Para Peter, la felicidad es estar ese domingo en el patio de casa pintando la cunita de Allegra de un blanco inmaculado, mientras Lali prepara la guarda que pondrán en el cuarto, y Beatriz ceba mates.

Y Agustín está subido a la escalera en la habitación de Allegra, mientras Eugenia desde abajo le alcanza las estrellitas autoadhesivas que son como hologramas para armar un cielo de estrellas brillantes, tal como imaginó para su ahijada.

Y Valeria le sostiene la madeja de lana a Susana, que está tejiendo una mantita con un nivel de detalle digno de una artesana como ella.

Peter sabe que es la felicidad, porque también supo transitar la falta de ella, cuando estaba preso de una vida aunque estuviese libre, y cuando estaba libre de esa vida, pero preso.

Como Lali, que lloró infinidad de veces por estirar su mano en medio de la noche, buscando la de Peter, para que sienta como Allegra se movía, sin encontrarla.

Como Susana cuando esperaba que su hijo llegue a casa, y que sólo suspiraba aliviada, cuando oía el ruido de la llave girar en la cerradura.

O Eugenia, cuando apretaba los dientes y mascaba su rabia y su asco implorando que el fulano que se regocijaba en su sexo acabara de una vez.

Y También Agustín, cuando le enviaba dinero a escondidas a Eugenia, suplicando que abandone esa vida y vuelva a pensar en ellos dos, juntos, enamorados y felices.

Todos transitaron infelicidades, que ahora los hacen apreciar, hasta el simple hecho de compartir juntos una ronda de mates con facturas.

Cada uno podrá dar una definición de felicidad diferente.

Y estarán aquellos para los que sólo pasa porque Peter esté preso, aunque eso ni siquiera significara que Lali vuelva con él, como el Chino.

O los ex compañeros de delincuencia de Peter, para los que buscar vivir mejor, era traicionar un código mafioso, y entonces eran felices pretendiendo matarlo, aunque eso no les reportara ningún beneficio.

O Candela, para la que su felicidad era echarle en cara a su prima como un defecto, todo aquello que ella misma anhelaba para sí, pero era incapaz de buscar.