Capítulo 29

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Ambos caímos rendidos en el enorme sillón de Theo. Su departamento era completamente acogedor. El living tiene una hermosa vista a las montañas. Y ahora con la lluvia se veía todo más hermoso pero oscuro.

Un trueno sonó fuertemente. Me aferré fuertemente de Theo.

— Te seré sincera. De donde vengo esto no es normal — Theo rió.

— Tranquila, estoy aquí para protegerte.

Le sonreí y lo abrace más. El departamento entero estaba casi oscuro pero todo era más... no lo sé. Hermoso. Era cómodo, el silencio no era molestoso.

Además el ruido de la lluvia dejaba que me relajara más. Miré a Theo, quien me observaba con una mirada indescifrable. Sus ojos estaban más oscuros y cuando le iba a hablar, él me beso así nada más. Movía sus labios lentamente sobre los míos. Era delicioso e inesperado.

Luego el deseo se coló entre nosotros, lo cual provocó que los besos fueran más agresivos. Jadeantes nos separamos. Rápidamente quité la camisa de Theo y con ambas manos recorrí su torso. Él quito sus zapatos y calcetas y cuidadosamente quitó mis tacones. Ya sabía para qué camino iba esto. Lo deseaba pero también tenía miedo. Era virgen, por lo cual era una completa inexperta.

¿Y si no lo hacía bien?

¿Y si no le daba placer?

¿Y si no le gustaba?

No me di cuenta cuando solo quedamos en ropa interior. Agradecí al cielo tener ropa interior de encaje.

— Eres muy hermosa — Me mordí el labio. Comenzó a besar mi cuello y bajó hasta mis senos. Apreté fuertemente un cojín del sillón — Hermione, sé que eres virgen pero no debes temer — Besó mis labios — No te haré daño, amor. Solo confía en mi ¿Lo harás?

¿Lo haré? ¡Claro que lo haré! Sería una tonta si no lo hago.

Asentí y él sonrió ampliamente y me tomo de mis nalgas, haciendo que yo le envolviera su cintura con mis piernas. Sentí un gran bulto sobre la tela de mi braga. Me moví un poco a lo cual él soltó un gemido. Volví a hacerlo y provoqué lo mismo. Me acorraló fuertemente contra la muralla, apenas nos veíamos en el ahora oscuro departamento

— Si no quieres que te folle aquí y ahora, no lo vuelvas a hacer — Me advirtió.

Me sonrojo y él me volvió a besar. Casi caímos una vez pero llegamos sanos y salvos a la pieza. Me tiró con agresividad a la cama, algo que me hizo reír. El rio conmigo. Se puso sobre mí, apoyando su peso sobre sus codos. Besó mi cuerpo con delicadeza.

Okay lo admito, estoy a 100% excitada. Sentía que mis pezones estaban erectos. Las manos de Theo vagaron a mi espalda, donde desabrochó mi sostén, dejando mis senos al descubierto. El pudor no era nuestro problema ya que estábamos tan excitados y preocupados por besarnos y tocarnos que la vergüenza y todas esas mierdas así estaban encerradas.

Gemí alto cuando se llevó un seno a su boca. Y así estuvimos un rato hasta que él me tomo de las caderas y me miró.

— ¿Lista? — Preguntó.

— Lista — Sacó un paquetito plateado y lo rasgó, sacando de su interior un condón. Lo desplazó hacia abajo y luego separó mis piernas.

— Linda, esto va a doler algo. Si quieres que pare, me dices por favor.

— Está bien Theo.

Su miembro palpitaba en la entrada de mi sexo. Solo lo quería dentro de mí y él me torturaba así. Sonrió al ver mi ansiedad y lentamente comenzó a entrar. Se me escapó un chillido de dolor.

Lloriquee mientras él seguía introduciéndose en mí — Ya falta poco cariño, aguanta — Me consoló. Quizás debí haber practicado con el consolador de mi tía. Theo se quedó quieto observándome — ¿Me muevo o paramos?

— Muévete — Se movió despacio — Otra vez — Esta vez un poco más profundo. Gemí alto a lo cual él también lo hizo — Vamos Theo. Muévete. cariño.

— ¿Y si te duele? — Preguntó preocupado.

— Estaré bien

Me miró unos segundos y luego se comenzó a mover en un vaiven sabroso y candente. Debo admitir que dolía al principio, pero después te acostumbrabas al dolor y eso se transformaba en placer.

Nuestros gemidos era altísimos y sus embustidas era agresivas y placenteras. Sentí que se me nublaba la vista y luego que algo recorría mi cuerpo entero. Grité al llegar a mi clímax y en dos embestidas más me dejé ir. Theo por su lado siguió embustiéndome unas 3 veces más y llegó a su orgasmo. Cayó sobre mi rendido y yo lo abracé.

Sin duda lo mejor.

— Wow, no pensé que fuera tan así. En realidad planeaba hacerlo más tiernamente —Dijo riéndose.

— Mmmm... Pero me gustó así — Dije coquetamente. Él rió. Pasé al baño y me limpie la sangre. Era vergonzoso sangrar. Menos mal que no manché su cama.

Al volver, no me aguanté más las ganas y me senté sobre su miembro.

— ¿Acaso mi golosa quiere más? — Me mordí el labio y asentí. Él rió — Okay.... — Sacó otro sobrecito de la mesa de noche.

— Yo quiero hacerlo así. Yo encima de ti.

— Como quieras, gatita — Me guiñó el ojo. Cuando se puso el condón, tomé su miembro y lo guié hasta mi entrada y luego dejé que pasara. Gemí. Theo tiró su cabeza hacia atrás. Jadeando. Subía y bajaba. Lenta y deliciosamente. Theo agarro mis caderas y aceleró el proceso — Oh si — Gimió. Y lo hicimos más rápido y más rápido hasta llegar ambos al mismo tiempo al orgasmo. Él grito mi nombre y yo el suyo. Caí rendida sobre él, chocando mis pechos sobre su torso. Acarició mi espalda — Ya eres toda una experta mi amor — Dijo Theo y yo reí — Me gusta la idea de que yo te haya hecho el amor primero que cualquier hombre.

— Yo también. No me arrepiento de que hayas sido tú — Me besó y luego me quité de encima de él, haciendo que él saliera de mí.

— Espérame cariño — Se encerró en el baño y luego volvió. Se acostó a mi lado y me abrazó. Estaba a punto de caer en el sueño cuando lo escuché decir — Algún día lo intentaremos por tu hermoso culo.

Y bueno, ahí se me fue todo el sueño. Me giré y le sonreí. Comencé a acariciar su pecho, luego bajé hasta llegar donde su amigo. Y lo masajee.

El jadeó. Me tapé con la sabana y me puse un poco más abajo para que su miembro quedara perfectamente cerca de mi boca. Allí entre mis manos, lo direccioné hacia mi boca y lo succioné y besé, escuchando las suplicas de Theodore. Él mantenía su mano en mi nuca y empujaba mi cabeza para que su miembro entrara completamente en mi boca. Algo casi imposible ya que era gigante. Seguí chupando de su pene.

— Oh... Cariño... voy a llegar... Suéltame si no quieres que... — Mordí sensualmente la punta y él eyaculo en mi boca gritando de placer. Me tragué todo lo que tenía en la boca sin siquiera saborearlo. Pues porque quizás me daría asco. Al salir de abajo, él me sonrió y me dijo — Hay que bañarse.

Todas contra Draco Malfoy [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora