CAPITULO 1

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Bien, no tenía porque estar nervioso, él era perfectamente capaz para realizar ese trabajo.

Miró el correo nuevamente asegurándose de que no era un producto de su imaginación y sonrió grandemente mientras festejaba en su lugar.

Había conseguido el empleo.

Y no solo eso, era como el ayudante de uno de los diseñadores más talentosos de esa generación.

Le envidiaba, tenían la misma edad y Ten ya era sumamente exitoso, él también era un diseñador pero no había tenido tanta suerte, así que le emocionaba mucho la idea de poder aprender de alguien tan talentoso como él.

Realmente su admiración era más grande que su envidia.

El correo decía que tenía que comenzar a trabajar el lunes temprano por la mañana, así que estaba ansioso.

El lunes llegó rápidamente y con los nervios de punta se vistió lo mejor que pudo, desayunó dos pedazos de pan vacío y salió corriendo.

No quería llegar tarde.

Al llegar a la empresa, él elevador estaba por cerrar cuando corrió hasta él, pensó que no lo había logrado cuando las puertas estaban por cerrarse, pero volvieron a abrirse.

- ¡Oh! ¡Muchas gracias! - dijo al chico que estaba en elevador.

El chico era alto, mucho, llevaba una gabardina café, su cabello muy bien peinado, lentes de sol y una bebida en su mano.

- ¿Vas tarde? - preguntó con una sonrisa y dos hoyuelos aparecieron.

- No pero, no me gusta esperar - se alzó de hombros.

El chico bajó ligeramente sus lentes de sol y volvió a sonreír divertido.

Se sintió extraño y no entendía por qué.

- ¿A qué piso lindo?

Oh ya.

Era por eso.

- Quinto por favor - apartó la mirada.

No es que tuviera homofóbia o algo, respetaba los gustos de los demás pero... Simplemente él no le hacía a eso.

El chico volvió a sonreír.

- No voy a hacerte nada si eso piensas - comentó divertido - ¿Eres el nuevo ayudante de Ten? - asintió - Buena suerte entonces lindo, vas a necesitarla.

Dió un largo sorbo a su café y las puertas se abrieron, él salió y por encima sus gafas le guiño un ojo.

- Te veré más de lo que crees, así que al menos deberías decirme tu nombre.

Salió del elevador y se paró frente a él, bien, no quería ser grosero pero realmente no estaba interesado en eso.

- Lo siento yo... No estoy interesado, gracias por lo del ascensor, adiós.

Antes de comenzar a caminar vió la gran sonrisa arrogante del chico, rodó los ojos y caminó rumbo a la oficina de su nuevo jefe.

Sin duda alguna le sorprendió mucho conocerlo, las fotos no le hacían justicia a su belleza en persona.

Ten era bajito, su cuerpo era muy delgado y bien proporcionado, pero era imponente.

- Oh, pasa corazón - le dijo cuando lo vio en la puerta - Doyoung ¿verdad?

Asintió sintiéndose un poco tímido.

- Sí, yo... Uh... Mucho gusto, y gracias por contratarme y... Daré lo mejor de mi.

Homo Model - JaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora