CAPITULO 10

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- Hoy estás un poco extraño.

Comentó Doyoung mientras lo miraba.

- ¿Sí? ¿Porqué?

Doyoung apretó los labios y alzó las cejas.

- ¿No tienes ganas? ¿Quieres que lo dejemos para mañana?

"Ganas"

Esa palabra retumbó en su cabeza, sí, se podía utilizar esa palabra muy bien para describir la situación se tenían.

- No es eso, sólo...

Doyoung se bajó de su regazo y se sentó a su lado.

- Bien, dime qué sucede, por qué a estás alturas ambos ya estamos en la cama.

Su relación ¿Siempre fue así?

¿Qué mierda le paso que ahora todo le decepcionaba?

El amor es un asco.

- Sí lo sé, solo... Me duele un poco la cabeza es todo, el desfile se acerca y ya sabes.

- Ah, es por eso.

Doyoung le sonrió.

- Puedo hacer que te sientas mejor - su sonrisa le dió un escalofrío - Solo tienes que decirme si quieres.

Doyoung puso su mano en su muslo y comenzó a subirla hasta su entre pierna.

Bien, habían pasado un par de semanas desde que se dió cuenta de lo que sentía, obviamente no hizo lo que Ten le aconsejo, y estaba bien.

Le gustaba acostarse con Doyoung pero... Cada día era más difícil seguir su paso, ahora en vez de eso quería acariciarlo lentamente, llenarlo de besos, abrazarlo y hacerle saber así de sus sentimientos, pero Doyoung siempre impaciente iba rápido.

"De todas maneras vas a salir herido, tarde o temprano te vas a dar cuenta que aunque tú estés "haciendo el amor" para Doyoung seguirá siendo sexo, para tí será algo importante y para él una noche más."

Cuánta maldita razón tenía Ten y con cada noche que pasaba le quedaba más en claro que Doyoung no sentía nada más hacia él que deseo sexual.

Y eso dolía.

Mierda ¿Cómo se volvió tan patético?

Tomó la mano de Doyoung alejándola de dónde estaba y se acercó para besarlo.

Al principio todo fué bien, el beso fué correpondido a ese ritmo, pero después Doyoung comenzó a desesperarse.

Por más que quisiera engañarse la respuesta estaba ahí.

- Quiero dormir un poco. - le dijo cuando se apartó.

Doyoung frunció los labios.

- Bueno, ya es bastante tarde así que me quedaré, espero que mañana podamos hacer algo.

Trató con todas sus fuerzas de darle la mejor sonrisa que pudo.

- Claro que sí, comenzaremos con una ducha - Doyoung le sonrió - Vamos a dormir.

Por primera vez desde que comenzaron con su juego sexual, solamente se acostaron para dormir.

Al menos Doyoung si pudo, por qué él no tenía la misma suerte.

A pesar de todo, le gustaba como su pijama se veía en Doyoung, como movía sus labios entre sueños y fruncía ligeramente el ceño.

¿Dónde quedó el casanova?

¿Dónde quedó el que no se perdía de una buena noche de sexo?

No es que ya no deseara a Doyoung, lo hacía, pero ya no de la misma manera, ahora aparte del sexo quería llenarlo de besos, tomar su mano, comer con él, dormir juntos.

Homo Model - JaedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora