~ Dirás que es raro lo que me pasó ~
Pero anoche te encontré en mis sueños
Y
Algo hermoso en mi floreció...
Cuando miré aquella luz, por la cual tuve que guiar a muchas almas perdidas, en este plano añ...
"No diré que lo tengo hacia ti es amor, por lo que me limitaré a decir que una fuerza invisible nos está atrayendo cada vez más"
- Hiro Hamada °°°
Eran las 6 AM Miguel se levantó muy cansado con los ojos rojos adornados por un par de ojeras, sin duda la actividad y el sueño de anoche no le habían ayudado en lo absoluto. Se preparó un café negro y se dispuso a beberlo; solo para terminar escupiendoló al sentir el sabor. | A chinga, pos hora|pensó fue cunado vio que por andar soñoliento confundió el azúcar con la sal. - Carajo - maldigo en un susurro mientras se rascaba la cabeza y tiraba el café en el lavado. Para bien o mal el sabor lo hizo más conciente de sus acciones. Lavo los trastes sucios y se dió una ducha con agua fría al mismo tiempo que cepillaba sus dientes.
Limpio y con la mente más despejada, observo que ya eran las 8:05 AM. Entonces busco en su teléfono una canción y se dispuso a realizar el aseo una vez termino de limpiar decidió sacar la basura pues el camión pasaba a recogerla cuando la estaba depositando en el contenedor una paloma blanca se poso frente a el, Miguel se quedó mirándola como idiota hasta que el casero le hablo:
- Valla Miguel si que madrugas - Su llamado provocó que la paloma se escapará.
- Hola buenos días señor Frederick. ¿ Que milagro que se deja ver?- responde amablemente el latino con una sonrisa.
- Si vine a revisar la losa del edificio a la empresa le están llegando varias quejas.
- O lo entiendo, necesita ayuda en algo- se ofrece Miguel debido a que el estaba consiente de que era un hombre mayor.
- Tranquilo Miguel, se que estoy algo viejo pero aún puedo cuidar de mi mismo- declara con una sonrisa el hombre.
- Está bien señor. Puedo preguntar dónde se encuentra su esposa, es que por lo regular siempre la veo con usted.
- A fue al salón de belleza, hoy es nuestro aniversario y lo celebramos reviviendo nuestra primera cita.
- A entonces muchas felicidades.
- Sabes Miguel eres un buen chico, espero encuentres a la persona indicada y seas tan feliz como lo soy yo.
- Le agradezco, el deseo Sr. Frederick.
- Bien será mejor que valla a charle un ojo a esa losa. Nos vemos luego Miguel.
- Si hasta luego señor Frederick.
El hombre se retiró del lugar, así que Miguel decidió volver al interior del departamento, cruzando la entrada escucho un sonido: como si algo hubiera golpeado algún cristal. Salió de nuevo a ver que lo había causado entonces en la acera observo al paloma agonizando, intento reanimarla pero aún así murió. - Lo lamento, pequeña - le digo en un murmuró cargo el cuerpo del animal y lo metió en una caja. Para dejarle en la basura, sabía que no era lo más decente posible pero no tenía lugar donde enterrarla.
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