La Mujer de amarillo

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Solo aquellos con las agallas suficientes para lanzarse hacia lo inconcebible  son los que se topan con la verdad... Lamentablemente no cualquiera está preparando para tal locura.
°°°

Hoy es el evento de la universidad, bueno en realidad es por la tarde pero decidí venir temprano pues a Marco se le ocurrió que lo ayudase con un proyecto suyo.

- Entonces me dices que reparé el cableado del tablero del auto que funciona a base de hidrógeno- pregunta un curioso Miguel.

- Si no entiendo cual es el problema tu sabes hacerlo- contesto el de ojos ámbar restándole importancia.

- No lo sé ayudarme analizar lo que me pides, mi amigo construye un automóvil a base de hidrógeno desde cero y no puede conectar un simple cableado- respondió levantando la ceja.

- Esta bien me atrapaste ... en realidad- Marco realizó una pausa mientras se rascaba la nuca- Quería poner tu nombre también en la patente y solo podría hacerlo si cooperabas con algo. Su mirada se topo con la de Miguel.
El otro por su parte solo esperaba un " caíste " y que una cámara saliera; por el simple hecho de que era Marco de la persona que estábamos hablando pero como su cara no cambiaba se estaba comenzando a preocupar.

- jajaja ya puedes detener la broma- posando su mano sobre su hombro.

Pero Marco no cambio su expresión lo que hizo que Miguel para en seco. - Espera me estabas hablando en serio.
- me estabas hablando en serio - menciona clara mente molesto mientras lo decía cambiando su voz a una más chillona, a lo que después mencionó molesto: 

-Pues por supuesto que es encerio pendejo; No ves que estoy preocupado por ti imbécil.
- Marco entonces todo esto lo hiciste por mí - admitió Miguel algo enternecido con su amigo.

- Por supuesto: pero estás tan ocupado ayudando a personas muertas que nunca conosiste mientras te pones en peligro, pero eres tan terco que nunca entiendes.

- oye tranquilo viejo creo que estás algo paranoico por todo el asunto que decidí contarte- mencionó el otro en un vago intento de calmar a su amigo debido que estaban en Medio de un pasillo de la universidad y algunos estudiantes los habían comenzado a ver raro.

| Menos mal que cuando se enoja Marco, se le olvida por completo el inglés| Pensaba el Rivera.

- Tranquilo, !Que este tranquilo es encerio como putas quieres que este tranquilo¡, desde que llegamos solo has estado metiéndote en problemas. El incendio, El hospital- escupía con rabia- No ves que tengo miedo en  las noches por ti... Ya duermo junto al teléfono, el puto teléfono Migue y rezo  todas las noches para que no suene o que si suena que no sea la policía para decirme que estás en un hospital o atrapado en algo u peor que te convertiste en un espíritu más.
Marco se sintió bien tenía tanto guardando para el mismo. Ya que desde que conoció el día en que se enteró del secreto de su amigo en México; se transformó en alguien donde el otro confiará hasta su vida. Pero desde la ida al hospital por el incendio sintió una emoción; la cual repudia el miedo y la impotencia de perder a alguien. Por ello cuando se enteró sobre el puente Marco tomo un terror mayor pues antes que Miguel pudiste avisararle sobre la visión que sufrió; su primer pensamiento fue en rogarle al señor que este no fuera uno de los fallecidos.

Cabe resaltar que fue una sensación reconfortante dejando salir aquello que estaba oprimiendo su pecho. Sin embargo no duró mucho pues su amigo puso una cara de agüitado;  fue ahí cuando algo en su interior se tornó culpable después de todo Miguel nunca pidió ver a los muertos mucho menos que lo acosarán.

- Oye yo creo que estoy siendo algo duró contigo.

La mirada del Rivera se levantó.
- No intentes disculparte, es lo que sentías y no es bueno para ti que te lo guardés; Todo está bien-  sonrió.

Between Shadows- HiguelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora