✧Imaginación | 11✧

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—Tengo un problema.

Seokjin y Jimin, quienes acababan de aplicar sobre sus rostros unas mascarillas de café y leche, le miraron expectantes mientras él caminaba nervioso de un lado a otro en el garaje.

Jungkook lo sabía. Ya no tenía dudas, estaba completamente seguro de la verdad. Estaba metido en un terrible, terrible problema.

—Me gusta Taehyung —declaró, angustiado.

Ellos lo miraron, impávidos.

Jungkook tenía una expresión mortificada en el rostro, como si acabara de pronunciar una terrible blasfemia. Seokjin y Jimin no respondían nada, sólo lo miraban. Al cabo de unos segundos, se dignaron a decir algo.

—Obviamente —rezongaron.

Jungkook les miró con rencor.

—¿¡Cómo que obviamente!? —preguntó, ofendido—. ¿¡Por qué están tan tranquilos!?

Esta vez tuvieron reacciones diferentes. Seokjin le miró con aburrimiento. Jimin, con burla.

—Kook, se nota desde el año pasado. Me sorprende que te estés dando cuenta ahora —rio Jimin—. ¡Todavía tenemos los vídeos de año nuevo! No apartaste la mirada de Taehyung. Ni siquiera durante la cuenta regresiva.

—¡Ugh!

Jungkook se cubrió la cara con las manos y se sentó en el piso del garaje de Jimin, bajo la mirada despreocupada de los demás.

[No me estoy dando cuenta ahora, idiotas.]

Bien, él lo presentía. Se imaginaba cuál era el estado de su corazón con respeto a Taehyung. No obstante, no podía creer que sus sospechas eran ciertas. ¡Realmente le gustaba Taehyung!

Al principio, tras la reunión por la fiesta de cumpleaños de Namjoon, él se había prometido a sí mismo no declarar precipitadamente. Después de todo, sólo llevaba pocos días conociendo a Taehyung y nadie cae por alguien tan rápido. Simplemente, era muy pronto para aceptarse enamorado. No obstante, conforme las juntas con los chicos se hicieron más frecuentes, su voz interior iba cobrando sentido. "Te gusta, te gusta, te gusta". Y entonces, Jungkook le respondía: "¡No! Es inadecuado."

¡Pero ya no podía ocultarse la verdad a sí mismo! Cada vez que recibía un mensaje de Taehyung, cada vez que lo veía, cada vez que hablaba, Jungkook sonreía como un idiota, aunque pudiera estar escuchando una tontería, decidiendo pensar que realmente estaba escuchando poesía. Sin embargo, sólo eran palabras que soltaba Taehyung. Entonces, ¿por qué lo veía de una forma tan especial? ¿No que sólo era su amigo?

Le gustaba dormir con él, le gustaba caminar con él, le gustaba escuchar música con él, le gustaba acompañarlo a su trabajo de medio tiempo. Ya no podía ocultarse lo obvio a sí mismo. ¡Le gustaba! No había otra explicación. No podía haber otra explicación para la forma en la que el corazón de Jungkook latía cuando lo tenía cerca.

—No puede ser —murmuró, enfurruñado en el piso.

Seokjin y Jimin lo miraban como si fuera un insecto.

—¿Y ahora qué te sucede? —inquirió Seokjin con algo de desdén—. No estoy para dramas de último minuto, ¡me voy a la universidad en dos semanas! Quiero disfrutar de mis días libres antes del infierno.

—No me lo recuerdes —suspiró Jimin por lo bajo—. Me hiere, me lastima...

—¡Ustedes idiotas! ¿Por qué están tan tranquilos cuando acabo de soltar una declaración como esa? —se quejó Jungkook, sacando su cabeza de entre sus manos para mirarlos con rencor.

Brillo | 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora