Brillo | 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄

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Era la quinta vez que el timbre de su celular sonaba en el día. Jungkook, atolondrado, lo sacó apresuradamente de sus bolsillos para colgar.

—¿Tu madre otra vez? —preguntó Jimin.

Estaban en la biblioteca del instituto, buscando junto a Namjoon unos libros que necesitaban para su próxima clase de literatura.

—Sí.

—Me pregunto qué habrá ocurrido para que ella te esté llamando tanto —comentó Namjoon, ojeando despreocupadamente las estanterías.

[Una tragedia, una desgracia.]

—Nos escuchó a Hoseok y a mí hablando en la puerta de mi casa —dijo—. Dios, sabía que era vigilante, ¡pero no me imaginé que podría espiar nuestra conversación! El punto es que Hoseok hizo un chiste de doble sentido. Muy, muy verde —El calor subió a sus mejillas—, acerca de Taehyung y yo. Y mi madre lo escuchó.

—¿Fue tan malo? —quiso saber Jimin.

—¡Fue horrible! Ahora mamá piensa que me estoy acostando con Taehyung. —Namjoon soltó una risita. Jungkook lo fulminó—. ¡En serio! Literalmente me lo preguntó, así, de la nada. "Hijo, ¿Taehyung y están tienen sexo? ¿Quieres que te dé la charla otra vez?"

—¿Las sospechas han escalado hasta ese punto? —cuestionó Jimin, burlón.

Jungkook no contestó nada, tomando de una estantería un libro que no era el que había pedido la profesora, pero que podría servir por si acaso.

—Bien, ¿a tu madre tampoco le hace gracia tener un hijo gay? —preguntó Namjoon, directo. Jungkook se encogió.

—No lo sé. Ella nunca hace comentarios pedantes al respecto y tampoco la he visto disgustada cuando he soltado pistas. Sin embargo, ¿quién sabe?, podría estar pensando cosas terribles en su cabeza y-

—Jungkook, sí sabes que tu madre no es una bruja, ¿cierto? Puede que sea bastante exigente con tus notas y no sepa respetar tu privacidad, pero, desde lo que he podido percibir y tú mismo me has contado, ella es muchísimo más flexible que tu padre. Si se está interesando tanto en saber si te gustan los chicos o no, ¿no te parece eso una señal? Digo, muchos padres con mentalidad arcaica prefieren hacer ojos ciegos y pretender que sus hijos son heterosexuales aun si son más homosexuales que yo —declaró Namjoon. Jungkook le miró, consternado.

En primer lugar, porque, de hecho, sus palabras tenían muchísimo sentido. Y en segundo lugar...

—¡¿Tú eres gay?!

—Baja la voz, Jungkook. Seguimos en la biblioteca —le regañó Jimin.

—Lo siento.

—¿En serio no lo sabías? —cuestionó Namjoon, genuinamente sorprendido.

—A mí me parece que no —dijo Jimin, encontrando, finalmente, el libro para la clase de literatura. Tomó tres iguales entre sus brazos.

—Vaya...

Su teléfono sonó nuevamente. Jungkook soltó un gemido de exasperación al revisar quién era.

—Es ella.

—Obviamente, eso es una decisión completamente tuya, pero opino que quizás sea una buena idea decirle algo acerca de una próxima conversación a solas con ella y, cuando te sientas seguro, hablar de la verdad —comentó Namjoon, luciendo muy tranquilo ojeando entre unos libros de Virginia Wolf bajo la mirada atenta de Jungkook—. ¿Quisieras conversar con ella en un futuro acerca de eso?

—Me gustaría, honestamente...

—Entonces, intenta hacer lo que te dijo Nam, Jungkook. ¡Nosotros estamos aquí para darte apoyo moral! —dijo Jimin, tranquilizando un poco las aguas.