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Sonrió un poquito, ante el pensamiento de las mariposas en el estómago, pero luego su mirada se ensombreció. Él no podía pensar esas cosas.

[No es adecuado.]

Se alejó suavemente e intentó darle una mirada que no dejara en evidencia su preocupación.

—Vamos con los demás, ¿sí?

Para Jungkook, llegado a ese punto, había ciertas cosas que ya no eran de mucha de sorpresa, como el hecho de que tanto Hoseok y como Jimin estuvieran lo suficientemente azotados por el alcohol como para estar cantando a todo pulmón una canción antigua de Taylor Swift.

If you could see that I'm the one who understands you —gritaban con los ojos cristalizados, sintiendo cada palabra de la canción profundamente. Estaban con los brazos entrelazados por los hombros, saltando al compás de la música— Been here all along. So why can't you see YOU BELONG WITH ME.

—JIMINIE, SOSTÉNME, CREO QUE VOY A LLORAR.

O como el hecho de que Seokjin y Namjoon estuvieran en medio de una importante discusión acerca de cuál sabor de helado era el mejor. Lucían como un grupo universitario de debate, pero lo cierto es que estaban enredando las palabras y miraban al otro con cara de concentración, aun si se notaba a leguas que no entendían nada.

O como el hecho de que, desde hacía unos minutos, Yoongi ya se había echado sobre uno de los colchones inflables que Jimin y Seokjin habían arreglado anteriormente bajo la declaración de que él no llegaría a clases de matemática al día siguiente con ganas de meter al profesor en un bote de basura.

De repente, la canción cambió.

Reflexionando acerca de cómo estaban actuando los chicos tras unas horas de reunión, lo que a Jungkook sí le tomó desprevenido era su actual estado.

La voz del cantante llenó el espacio.

Me falta el aliento cerca de ti. / Me siento fuera de mí a esta altitud. / Como si el mundo cobrara sentido sentado a tu lado.

Había bebido por voluntad. Nadie tuvo que decirle nada. Jungkook lo hizo con la intensión de probar un poco más de esa bebida alcohólica que genuinamente no le pareció tan desagradable.

Todavía podía recordar cómo Jimin bromeaba con Hoseok acerca de que ellos ahora se sentían como personas con clase porque estaban bebiendo de una botella muy extravagante, haciendo movimientos elegantes exagerados y poniendo caras de engreídos.

Todavía podía sentir a Taehyung, removerse junto a él por la risa que le causaba ver a sus amigos haciendo el tonto.

Eres lo más hermoso que jamás he visto.

Y entre trago y trago, donde ese cálido sentimiento que bajaba por su garganta se hacía más placentero, Jungkook terminó, ¿quién lo diría?, viendo todo borroso. No sabía si estaba ebrio, pero definitivamente, al ser un inexperto con el alcohol, tuvo poca resistencia en comparación a los demás. Bastó que intentara hablar para que todos se dieran cuenta y le sonrieran con amabilidad, antes de decir "¡cuidaremos muy bien de ti, Jungkook!"

Luego, cuando todos hubieron regresado a sus propios asuntos, Taehyung, quien no había abandonado el espacio a su lado, le preguntó con un susurro si quería que le trajera algo de la cocina. Aparentemente, eso ayudaba a que los sentidos se recobraran un poco, así que él asintió.

Jungkook, con la mente abarrotada, todavía se enfocó en la letra de la canción y ya intentaba retener las lágrimas cuando vio a Taehyung apenas unos segundos después cruzando la puerta con una bolsa de papas.

Brillo | 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄Donde viven las historias. Descúbrelo ahora