Había pasado un par de días quedándose en casa de los Park y cada vez se sentía más fuera de lugar.
Todos tenían una tarea, algo que hacer. En su propia casa, él era el encargado de la lavandería, barrer y cocinar cuando sus padres estaban muy ocupados.
En casa de los Park, la madre de Jimin trabajaba y traía dinero (mucho) a la casa. Además, era la encargada de la lavandería y hacía el desayuno y el almuerzo. Jimin tendía las camas, hacía la cena, ordenaba la ropa limpia y sacaba las facturas del buzón para dejárselas a su madre. Taehyung, por su lado, barría y trapeaba los pisos (como extra, regañaba a Jimin por pisar cuando estaba fresco), lavaba los platos y trabajaba en una tienda de ropa a medio tiempo, porque, según lo que Jimin le había explicado:
—A él le daba mucha vergüenza vivir con nosotros y no aportar dinero, así que consiguió ese trabajo y, cuando mamá lo permite, él nos ayuda un poco con las facturas, aunque no es necesario. Ella prefiere que lo ahorre, así que no ocurre muy seguido. —Caminaban por los pasillos. Los del último año corrían de un lado a otro con decoraciones para la fiesta de bienvenida al nuevo año escolar. La temática de ese año era de la serie de HBO Euphoria—. Taehyung dice que, viendo cómo mamá paga todo, se siente como un niño grande. Pero honestamente preferiría que dejara su trabajo —suspiró—. Le toma mucho tiempo del día y apenas puede estudiar sin estar al borde del estrés. Te prometo, Jungkook, él se estresa por todo. Ustedes son iguales en ese aspecto, por eso están hechos el uno para el otro.
—Jimin...
—Regresando al tema, Taehyung insiste en trabajar, aun si mamá le ha dicho que con su ayuda en casa es más que suficiente. Supongo que tiene algo de sentido. Quiero decir, si yo viviera en casa de mi mejor amigo a fuerzas, creo que también me sentiría apenado de no aportar ayuda económica. ¡Pero él no tiene que hacerlo! Mamá tiene un buen empleo.
Al llegar ese día del instituto, Jungkook ofreció cualquier tipo de ayuda doméstica. Desde atender el jardín, hasta lavar los baños. La señora Park le dijo que esas tareas eran muy pesadas, que de esas se encargaban todos juntos los fines de semana.
—Jungkook, creo que basta con que estudies mucho y mantengas nuestra casa en orden, ¿sí?
—Pero deber haber algo que yo pueda hacer...
—¡Yo creo que debería ayudar a Taehyung con sus deberes! —señaló Jimin, con su risita diabólica—. Tae llega cansado del trabajo y tenemos que hacer las tareas para no ir acumulando. Si Jungkook estuviera junto a Tae en ese aspecto, los tres invertiríamos el tiempo más eficientemente.
[Este enano otra vez lo hizo.]
—Me parece que está muy bien. Así se quedará, entonces. Kook, estarás ayudando a Taehyung con sus deberes.
La señora Park se fue a trabajar tras su hora de almuerzo, dejando a Jimin mirando a Jungkook con una sonrisa burlona.
—Créeme que me lo agradecerás después —dijo, yéndose al comedor—. Ahora quita esa cara de tragedia y busca los libros, tenemos mucha tarea por hacer.
A pesar de que la ayuda de Jungkook era bastante buena, Taehyung seguía estresándose. Una noche llegó muy tarde de su turno en la tienda. Apenas le dio tiempo para ducharse y comer, alegando que tenía que ser rápido para terminar un informe que debían enviarle al profesor de física por correo electrónico.
Jimin lo miró convertirse en una bola de nervios y, aburrido, se encaminó a su laptop. Jungkook no entendía cómo estaba tan tranquilo, si él se sentía contagiado por el estrés de Taehyung. No obstante, no se cuestionó a profundidad qué haría allí, sólo terminó con los últimos platos que quedaban en la pila.
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Brillo | 𝐊𝐎𝐎𝐊𝐓𝐀𝐄
FanfictionJungkook aprendió que la vida le entregó las mejores sorpresas existentes. Entre ellas estaba Taehyung, aquel chico que una noche derramó una lata de Sprite sobre él, cuando lo único que hacía en esa fiesta de garaje era replantearse sin parar por q...