Capítulo 7.

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Hizo una gran explosión con sus manos haciendo que el villano te soltara de golpe, caíste al suelo lastiman tus rodillas y solo te quejaste.

X: que gran poder...

Dijo el monstruo mirando al chico con un leve miedo.

X: !pero eso no va a funcionar!

Se lanzó contra Bakugo con intenciones de atacarlo.

Bakugo: este maldito...

Suspiró molesto al ver como el monstruo se abalanzó contra él, esquivó unos cuantos golpes y en una descuidada que tuvo esa cosa viscosa, Bakugo le lanzó una fuerte explosión provocando que la parte derecha de su cara se derritiera.

X: ¡maldito!

Tú solo observaste como el monstruo gritaba. El rubio ceniza te volteó a ver y tú lo miraste, sentiste una sensación rara, diferente y única.

Bakugo: ¡oi, levántate!

Ordenó de mala gana y sin pensarlo le hiciste caso, te quejaste ante el golpe en las rodillas pero aún así lo hiciste.

•••

Llegaste al apartamento y al entrar Inko fue a recibirte, ella te miró y rápidamente fue contigo ya que te vio pálida.

Inko: ¿sucedió algo?

- sí-sí...

Inko: mmm... Ven.

Te jalo de la muñeca y te llevó a la sala, al sentarte te quejaste y ella se alarmó.

Inko: ¿dónde te lastimaste?

Tocaste tus rodillas y ella rápidamente fue por algún balsámico, regreso y levantó solo un poco la falda del uniforme para luego untar eso en tus rodillas.

- gracias...

Ella negó con una pequeña sonrisa y prosiguió con lo suyo. Izuku llegó luego de algunos minutos y al entrar lo viste agitado, fue contigo y se colocó de cuclillas.

Izuku: que bueno que Kaachan te salvo [suspiró] siento mucho no haberme venido contigo.

- no te preocupes Izuku...

Le sonreíste a medias y él asintió. La mujer se levantó y rápidamente se dirigió a la cocina y desde allá habló.

Inko: ¡hay que cenar!

Ambos asintieron y se dirigieron a la cocina para ir por sus comidas.

•••

Al día siguiente fue la misma rutina. Levantarse temprano, desayunar, cepillarse los dientes, cambiarse el uniforme, esperar unos minutos y luego tomar rumbo a la escuela.

Izuku: deberíamos de entrenar en la playa, ¿no?

- sí, ¿hoy?

Él asintió y así ambos se dirigieron al gran edificio pero antes de subir las gradas te detuviste e Izuku se giró a verte.

Izuku: ¿paso algo?

- no... ve tú primero [sonreiste]

El peliverde asintió y siguió caminando. Te quedaste ahí parada unos diez minutos mirando a todos lados, luego de otros minutos decidiste sentarte a esperar.

Mundos Opuestos | Bakugo y Tú | ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora