𝐈𝐜𝐞.| Jasper Hale. [TERMINADA]

04-Una falta de respeto.

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Cameron caminaba lentamente, mientras los demás corrían hacia sus clases. El quería llevarle comida a Arturo. Su rata.

Llegó a su casillero, primero miró por ambos lados para ver si alguien lo miraba. Abrió su casillero y ahí estaba Arturo, durmiendo.

─Hola, Arturo, te traje un pedazo de hamburguesa.─la ratita empezó a chillar de alegría, al ver a su papá.─Espera... ¿Te cagaste en mi tarea de matemáticas?─preguntó al ver su hoja llena de bolitas.─Buen chico.─dijo acariciando la cabeza del animal.

A lo lejos Edward veía todo facinado, su compañero parecía amar a lo animales. Se pregunto como reaccionaría Cameron al enterarse de que se alimentan de animales. Rápidamente sacudió su cabeza. ¿Por que le importaría eso sí nunca se lo diría?.

─¿Me das un poquito de tu caca?, Gracias.─agarro tres bolitas y las puso en una servilleta.─Con esto molestaré a Camila.

Edward tenía tantas ganas de acercarse a el. Lo hizo sin que el se de cuenta, sus piernas caminaban como si cobrarán vida propia.

Hasta que quedó alado de Cameron.

─Hola.─murmuró Edward, asustando a Cameron, que rápidamente cerró su casillero y se recargo en el, haciendo una pose fingiendo normalidad.─No te preocupes, no le diré a nadie que tienes una rata.

Cameron suspiró.

─Te lo agradezco....─arturo empezó a chillar del miedo, Arturo podía sentir el peligro. Cameron abrió su casillero para ver que pasaba. Fruncio el ceño.─Tiene miedo... siente el peligro.

Edward se puso nervioso, sabía que Arturo lo podía sentir.

─Yo... tengo que irme.─rapidamente se fue sin esperar lo que diría el rubio.
Cameron fruncio el ceño, había visto muchas películas de misterio y está es la típica escena donde el "culpable" siente nerviosismo por ser descubierto.

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─¿No me hablaras?─preguntó Catherine con un puchero.

Catherine seguía a Jasper por los pasillos, el sólo la ignoraba olímpicamente, los que precensiaban el espectáculo que hacían los rubios, sólo miraban con burla a Jasper.

─No. Ahora puede dejar de seguirme.─dijo seriamente, pero en el fondo, el quería que ella lo siguiera donde sea que el vaya.─Enserio, me está molestando.

─No dirás eso cuando estés en mi cama.─Catherine le guiño un ojo a Jasper, este se incómodo y empezó a caminar más rápido, no le gustaba lo atrevida que es Catherine.

─Eres una atrevida...

─Pero te gusta, no lo niegues.─Catherine alzó y bajo sus cejas constantemente de forma picara. Jasper bufo, sabía que era su compañera, pero es muy... atrevida.

─¡No me gusta!─Jasper abrió sus ojos al darse cuanta de lo que hizo, le alzó la voz a una mujer, y sus padres le enseñaron a nunca hacerlo.-Ya ves lo que provocas..

─Uy~ sacando las garras, ¿eh?─se burló la chica.─¿Yo que hice ahora?

─Mis padres me enseñaron a nunca alzarle la voz a una mujer, y lo acabo de hacer.─murmuró y después volvió a alzar la voz.─¡Por tu culpa!

─¡¿Mi culpa?!─preguntó ofendida.

─¡Si!

─¡Genial!, iré a coqueterle a otro, ya verás que vendrás de rodillas para que te ponga atención.─Catherine se dio la vuelta para caminar hacia su próxima clase.

─¡Jamás!─gritó Jasper, Catherine no se giro, sólo le mostró su dedo medio.

Alice le había dicho que estaría muy feliz con ella, pero esa chica es muy presumida, atrevida y coqueta. No era su tipo, esa clase es el tipo de Emmett.

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─Dime, preciosa. ¿Te gusta el helado?─le preguntó Camila a su compañera, futura esposa y madre de sus hijos. Alice Cullen.

Alice era más platicadora que Rosalie. La rubia sólo se dedicó a ignorarla toda la clase, mientras Alice hablaba con ella.

─No, nunca lo probé.─claro que lo probó cuando era humana, sólo que no recordaba su sabor.

─¡¿Que?!

El profesor miró a las chicas y presionó un dedo en su boca, indicando que guardarán silencio. Camila alzó las manos en son de paz y murmuró un <<Perdón>>

─¿Como que nunca probaste el helado?─pregunta en un susurró.

─Tengo una dieta muy estricta.─respondió susurrante.

─¿Por qué?─volvió a preguntar de la misma forma.

─Tengo que hacerlo si quiero mantener este hermoso cuerpecito.─dijo Alice señalando su cuerpo debajo de la mesa.

─Por favor, yo como de todo y tengo este cuerpo de diosa.─Alice no pudo contener una carcajada que hizo que toda la clase pusieran sus ojos en las chicas.

─¡A la dirección!─gritó el profesor, señalando la puerta.

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