Instituto Durmstrang

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Instituto Durmstrang, una escuela mágica que es muy conocida por las enseñanzas de las artes oscuras.

Faltaban cuatro días para el inicio de las vacaciones de verano, en una de las aulas donde se enseña defensa contra las artes oscuras se encontraban los alumnos de último año con su profesora, Isabella Potter, ella es muy conocida por ser una de las mejores profesoras, es un poco estricta pero era severa en especial cuando los alumnos se traicionan los unos a los otros no importa que tan grave o ligero sea.

Isabella es una mujer treinta y tres años, piel blanca, cabello negro, ojos de color verdes y piel blanca, es una bruja demasiado hermosa al igual que poderosa y temida, nadie se atreve a hacerla enojar.

-Muy bien alumnos, en unos días será su graduación, se irán, harán su vida y blah, blah, blah - dijo mientras caminaba frente a ellos mientras se echaba aire con su abanico de mano-, es increíble, son la segunda generación con la que tengo el honor de haberles dado desde que empezaron a estudiar magia- sonriendoles mientras que los alumnos le devolvieron la sonrisa

-La vamos a extrañar profesora Potter -dijo uno de los alumnos

-Y yo a ustedes, claro, hasta que los olvide por otros alumnos-dijo un poco divertida

Los alumnos se ríen, ya que sabían que mentía

-Muy bien, esta fue nuestra última clase de Defensa Contra las Artes Oscuras, nos veremos en su graduación, ahora largo- transformando su abanico de mano en varita.

Los alumnos comienzan a levantarse y tomar sus cosas mientras que Isabella borraba todo lo del pizarrón con un movimiento con su varita, ella tenía la costumbre de transformarla en abanico de mano o pulsera, así siempre la tenía en la mano, el problema es que ella logró inventar ese método y no quiere compartirlo con nadie.

-¡Mamá!

Isabella voltea y mira entrando al salón a una hermosa jovencita de 14 años, de piel blanca, ojos marrones y cabello negro, acercándose a ella rápidamente.

-Mama, que bueno que te encuentro- dijo con un gran sonrisa

-¿Qué sucede Ariana?, no, no me digas- transformando su varita en abanico- No me digas, ¿Danchev fue castigada por hacerte una travesura?

-No- respondio rápidamente- por desgracia no, pero no importa, parece que ya domine el arte para convertirme en animaga- dijo emocionada

-¿Enserio?- pregunto sorprendida mientras que su hija asiente emocionada- No estés tan confiada, no es la primera vez que me dices eso

-Ya lo se mamá, pero ahora, estoy segura que lo domine

-Ariana, sabes lo que opino de ser animago

-Si ya se, es peligroso, contraproducente y un error puede ser fatal- imitándola, Isabella enarca la ceja viéndola un poco severa- Pero estoy segura, llevo tres años practicando, pase todos los procesos correctamente

-Eso no lo dudo

-Si tu pudiste lograrlo siendo una adolescente yo también, acuérdate que incluso Ian lo logró

-De haber sabido de que ustedes seguirían mis pasos no te hubiera contado- alejándose

-Solamente te seguí ese-siguiéndola

-Aaammm ¿Y escaparte de tu dormitorio por las noches? ¿Saliendo por pasadizos secretos? ¿Robando comida de la cocina?, de ser animaga y hay muchas cosas que has hechos ¿Quieres que te las digas toda?- sin verla- Hay que tener en cuenta que metes a tu primo en esto.

-Solo nos divertimos mama, somos adolescente, debemos divertirnos al máximo

-Bueno si, tienes razón- deteniéndose y voltea a verla- Es mejor que se diviertan ahora y no de adultos, no quiero que se metan en problemas y termine visitándolos en Azkaban- alejándose

Isabella || La Hermana de James Potter en el Prisionero de AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora