Capitulo 19: Quimera

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Capitulo 19: Quimera

-¡AH!-me desperté con un dolor sacudiendome entera, respiré hondo y pestañeé varias veces para aclarar mi vista.-Joder, joder.-me eché mano al hombro y miré hacia arriba, me encontré con la cabeza de Polvora justo encima de la mia.-¿Qué se supone que haces?-le pregunté a la vez que me reincorporaba y me alejaba de ella.

-Tu herida, la he...curado, mas o menos.-respondió ella sin mover su pico, tal y como habló la otra vez. Miré mi hombro y tenia una mancha de ese liquido negro pero las venas habian retrocedido hasta la herida de nuevo.

-¿Por qué lo has hecho?-le pregunté.

-He visto coraje en ti niña loba, algo que ninguno de los que ya cayeron aquí antes que tu demostraron.-me llevé una mano a la cabeza que me palpitava.

-¿Por qué has dicho que me lo has curado mas o menos?

-Porque es la verdad, tan solo he retrasado lo inevitable, debes salir de aquí antes de que esas venas lleguen a tu corazón.

-Pero se suponía que si sacaba la raiz toda la herida se sanaría.

-No si hay particulas de muerdago flotando, estas continuamente respirando el veneno por lo tanto nunca lo puedes eliminar del todo.

-A no ser que salga de aquí ¿no?-ella asintió y al momento recordé.-¿Y Thomas?-pregunte rapidamente.

-El niño...veras...lo tiene la Quimera.-salté como un resorte y recogí el carvaj y el arco del suelo y me lo puse.-¿Donde crees que vas?-preguntó la hipogrifo.

-Ha matar a una Quimera-respondí saliendo de la cueba con paso firme y decidido.

-Espera-me dijo Polvora y yo aminoré el paso para que me alcanzara.-Te he dado una oportunidad niña, ahora puedo llevarte a la puerta sin peligro, pero si vas a por la Quimera ella no te dejará pasar.

-Que intente detenerme-dije con valentía. -Escucha, no puedes luchar contra ella, no sin tus poderes.-me frené y miré los ojos grises de la hipogrifo.

-¿Como que sin mis poderes?-pregunté.

-Aquí solo tienes una oportunidad con tus poderes, solo puedes usarlos una vez, despues el bosque te los arrebata, pero una vez que sales te son devueltos.-la miré con los ojos bien abiertos.-Ven conmigo y sal de aquí, el chico esta condenado.-miré al suelo pensativa, no podía llegar al Olimpo sola, debía llevar a Thomas, debía salvarlo.

-Si yo te traigo al chico, ¿tu nos sacas a los dos?

-¿Me estas pidiendo ayuda?-preguntó y yo asentí.

-No solo te la pido, te la ruego si es necesario-me arrodillé delante de la hipogrifo y clabé mi espada delante de mi. El monstruo se puso firme y emitió un graznido de pajaro, levanté la cabeza y me alcé.

-Esta bien, pero solo os sacaré de aquí, no lucharé.-asentí y sonreí.-La salida esta no muy lejos de aquí, la Quimera esta allí, quiere interceptarte, no te fies de nada de lo que ella te diga.-asentí de nuevo y guardé mi espada en el carcaj.-Sube y te llevaré.-di un salto y me subí al lomo del monstruo, ella extendió sus alas grises como la polvora y alzó el vuelo. Sobrevolamos el bosque y aterrizamos en un prado verde con una cascada de 5 metros callendo a una charca.-Esa es la puerta, cuando hayas vencido a la Quimera yo vendré a por ti.-me bajé de Polvora y esta se fue alzando el vuelo. Yo revisé el prado y no vi nada ni a nadie, caminé un poco por el prado y tarde sentí como algo corría hacia mi. Me di la vuelta y la Quimera me envistió lanzadome por los aires tres metros, rodé e intenté levantarme pero ella se avalanzó sobre mi.

Ana White Hija de Athenea 3: Las hijas prodigiosasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora