Respiré hondo para no matar a Mariam que estaba aporreando mi puerta.
-Te he dicho que voy-le dije cabreada. Me habia vestido y maquillado tal como pensaba que era lo adecuado, de todas formas Mariam me habai aconsejado. Llevaba una camiseta blanca con un poco de la tripa a la vista, una cazadora negra y unos pantalones ceñidos negros. Me habia maquillado ligeramente, un poco de base, colorete, sombras oscuras, rimel y la linea en los ojos. Abrí la puerta y Mariam estaba espectacular. Se habia rizado aun mas el pelo, llevaba unos baqueros cortos muy arriba, un jersey blanco y una chaqueta baquera.
-Wou-dijo al revisarme-¿Y enserio no tienes novio?
-No...-le dije cansada, ella no paraba de darme la tabarra con que saliera con algun chico. Me habia presentado a unos amigos suyos pero le insistí en que no queria salir con nadie, pareció darse cuenta que algo malo me habia pasado tiempo atrás.
-Bueno...vamos. Ah, y no uses tus poderes bajo ningun concepto ¿Vale? Quiero que sea una noche normal y tranquila, lo mas humana posible.-asentí. Salimos de mi casa y cerré con llave, bajamos al portal y nos marchamos rumbo a la discoteca frente a la playa.
Cuando llegamos la musica me tronó en los oidos hasta que pude acostumbrarme, las luces que se iluminaban, titilaban y hacian que la ropa brillara no me ayudaron a acostumbrarme al lugar. No entendia como me habian dejado entrar, ni siquiera me habian pedido una identificación, luego caí en la cuenta de que el portero lo hacia a posta. Si una chica era guapa, tenia buen cuerpo o iba vestida algo provocativa la dejaban pasar para atraer a chicos. Tonterias, pero funcionaban. Despues de mucho esfuerzo para pasar por la pista de baile Mariam y yo llegamos al fin a la barra, nos apoyamos en ella y le pedimos al camarero dos copas, a las cuales nos invitaron un grupo de 5 chicos a unos metros de nosotras en la barra. La verdad es que no eran nada feos, totalemnte al contrario, eran altos, musculosos, bien tostados al sol y con unas sonrisas perfectas en las caras.
-¡Vayamos a saludarlos!-me gritó Mariam por encima de la musica. Asentí y caminamos hacia los chicos.-Gracias por las bebidas chicos.-dijo ella en cuanto llegó al lugar en el que los chicos estaban asentados. Los cinco estaban en semicirculo en torno a nosotras y nos miraban de arriba a abajo, a Mariam parecía gustarle pero a mi me resultaba incomodo.
-No hay que darlas preciosa.-le respondió el chico del centro, sus ojos azules se clavaron en Mariam.
-Yo soy Mariam y ella es mi amiga MJ.-los chicos me miraron y yo alcé la mano en forma de saludo.-Veniamos a pasar una noche agradable y a bailar un rato. Si eso luego os devolvemos el favor de la copa guapos, ciao.-Mariam se giró y yo la imité, ella alzó su mano y la colocó pegada a su estomago de forma que los chicos no la vieran y empezó a contar con los dedos de tres hacia atras. 3...2...1...
-Esperdad.-habló el chico del final del semicirculo por la izquierda. El chico era unos tres palmos mas alto que yo, moreno, barba de tres dias, pelo castaño y ojos achinados marrones. Se acercó directo a mi y cuando estubo a pocos centimetros de mi dijo.-¿Puedo bailar contigo?-su tono me pareció de lo mas adorable y su mirada de lo mas tierna, asentí y me agarró de la mano llevandome hasta la pista de baile.
-Tu quedate con nosotros Mariam-escuché al chico del centro hablarle a mi amiga.-Seguro lo pasaremos bien.
El chico, que se llamaba Tyler, y yo estubimos bailando por lo que conté fueron 8 canciones. Habiamos estado hablando un poco entre salto, vuelta, giró o pisoton sin querer. Tyler era estudiante de Reino Unido y habia venido con su hermano mayor (el chico del centro del semicirculo) a Atenas en busca de trabajo, aunque decia que a su hermano solo le interesaba la fiesta. Yo le conté poco y todo mentiras, así que por qué escribirlo aquí si quiera. Despues de la hoctaba canción me pregunté por Mariam ya que era raro que no hubiera aprecido para fisgonear y darme consejos sobre como debería coquetear con Tyler.