Apenas estube dormida una hora con ese sedante. Al despertar Annabeth y Percy hablaban en susurros.
-Odio verla así-dijo mi hermana.
-Se pondrá bien. Sabes que estará para el viernes ¿no?-dijo el hijo de Poseidon.
-Ya, cuando quiere algo no hay quien se lo saque de la cabeza-suspiró Annabeth.
-Me recuerda a alguien.-hubo un silencio y de nuevo Percy habló-¿Por que no te vas a dormir? Yo la vigilo.
-No, no quiero.
-Se te cierran lo ojos.-añadió él.
-No inventes sesos de alga-respondió ella firmemente, tube que hacer mucho esfuerzo para aguantar la risa. "Vaya dos" pensé.
-Pues acuestate en esa camilla de ahí, esta libre y si algo cambia en tu hermana te despertaré.-tras unos minutos en los que de seguro ella lo fulminaba con la mirada y el la observaba atontado ella accedió.
-Esta bien Percy, pero al mas minimo cambio...
-Te llamo-dijo el hijo de Poseidon cansado- lo se, ahora duerme.-sentí como mi hermana se levantaba de su asiento y se acostaba en la camilla. En cuanto sentí como su respiración se volvió mas acompasada y pareció quedarse dormida abrí los ojos.
-Sh...-le dije a Percy-¿Esta dormida?
-Si, ¿como te sientes?
-Bueno... me duele la cabeza como si alguien tocara el tambor contra mi craneo, el pecho me arde y la mano apenas la siento. Bien, me siento bien.-ambos nos reimos lo mas silenciosamente que pudimos.
-Me quedo mas tranquilo.-hubo una pausa en la que me intenté incorporar contra el cabecero de la camilla. Tras muchos intentos lo conseguí.-No puedo creerlo.-dijo él con una sonrisa y se echó hacia atras en la silla.
-¿Qué?
-Aun lo tienes.-respondió él echandosé de nuevo hacia delante.
-Explicate sirenito.
-Aun tienes ese brillo en los ojos, esa determinación, aun quieres recuperarte para el viernes.
-¿Lo dudabas?-le pregunté. Él sonrió y se echó hacia delante.
-A veces la determinación puede convertirse en nuestra perdición.-me respondió. Nos quedamos un rato en silencio hasta que Percy bostezó.
-Creo que tu tambien deberías dormir un rato-le dije, él negó con la mano.
-No, se supone que debo vijilarte.-se echó hacia delante apoyando sus codos en las rodillas.
-Vale, si veo que me muero te despierto.-respondí.
-Que graciosa eres cuando quieres. Esta bien, solo daré una cabezadita, despiertame en media hora o así.-asentí y el se echó hacia atras en la silla. Por un instante pensé en decirle que se acostara junto a Annabeth en la camilla, pero si él no lo hizo, no le iba a obligar o poner en el compromiso de tener que responderme. Me volvi a recostar contra el colchón con la cabeza apoyada en la almohada. Miré al techo y comencé a soñar despierta, planeando cada paso del plan.
1º Irnos de caza, a un lugar no muy apartado de aquí, pensé en un acantilado junto a la playa o algo por ese estilo.
2º Mientras cazamos, ver a un monstruo, ir a ocuparme de él y que prenda fuego a mi alrededor.
3º Thalia coloca el cuerpo chamuscado ya listo.
4º Cojo una maleta con poca ropa y algunas libretas. (Me había aficionado a escribir mis aventuras, para un futuro, me vino genial)