-Preguntaré solo una vez, ¿Qué hago acá?
Alex pasó a mirar al chico de ojos marrones, posando una pequeña sonrisa en los labios. Se hallaban en la sala de espera de una de las tiendas de etiqueta para caballeros más concurridas de la ciudad, observando los elegantes sacos que adornaban las vitrinas.
-Tania no paró de pedirme que comprará un traje nuevo para el evento de mañana, y como eres el único que está desocupado todo el tiempo -Se encogió de hombros -Pensé que eras el indicado.
-¿Un traje nuevo por un evento? Se parece a mí madre cuándo estaba casada con mi padre- Comento, tocando la superficie de las telas -¿Algún color en específico?
-Azul rey- Contesto -Y es raro qué hables de ella, ¿Acaso ha intentado buscarte otra vez?
-¿Tú qué piensas?
No hacía falta escuchar una respuesta concreta para saber la verdad que se escondía detrás de esas palabras.
Habían sido muy pocas las veces que se había reencontrado con su madre después de que se divorció de su padre, se marchará de la casa y también de su vida. No lograba entender por qué de un momento a otro intentaba buscarlo después de todo el daño que le provocó con los años, y tampoco intentaría saberlo, porqué definitivamente no quería saber nada sobre ella.
-Me gusta este- Señalo un traje satinado -Combina con tus ojos.
Carcajeó apenas escucho el fingido tono seductor que matizo sus palabras, limitándose a tomar el traje entre sus manos antes de caminar hacía el pasillo de probadores. Nicolas se quedó de pie, perdiendo su mirada en los amplios espejos que adornaban el salón.
Se había dejado crecer el cabello por años, conservándolo ahora en una pequeña coleta que dejaba por fuera pequeños mechones caramelo, e imitando el look de Alex también decidió dejarse la barba, pero a diferencia del chico de ojos verdes que gozaba de una espléndida barba pareja de color negro, la suya apenas podía cubrir sus mejillas.
De repente escucho como una pareja pasó a sus espaldas, observando sus manos juntas y escuchando las carcajadas y palabras que intercambiaban entre ellos. Podía verlos a través del espejo, pero concentro su vista especialmente en el chico que no paraba de reír.
Tenía el cabello negro y los ojos del mismo color, su piel era pálida y sus mejillas de color carmín. No entendía por qué, pero no podía dejar de mirarlo.
-Hey, Nicolas- Lo llamó Alex -¿Puedes venir?
Apartó la mirada de inmediato, sintiendo como los latidos de su corazón se asomaban por su garganta, creyendo haberse dejado en evidencia solo alcanzo a caminar a paso acelerado hacía el cubículo donde se hallaba Alex. Tratando de disipar el repentino terror de su cuerpo.
-Pareces un papel- Se burló cuándo lo vio asomarse sobre la cortina, manteniendo su mirada frente al espejo -Como sea, ¿Qué te parece?
-¿Puedo mentir o debo ser honesto?
-Debes portarte como un amigo.
Se giró con una sonrisa, acariciando los bordes de sus mangas.
-De acuerdo, te luce genial el traje- Se cruzó de brazos -¿Feliz?
-Mucho- Carcajeó -Es una pena que tú y los chicos no puedan acompañarnos.
-No deseo ofender pero, definitivamente no creo que eso sea una pena-Murmuro -No lo tomes a mal, conoces el tipo de relación que comparto con Tani.
-¿Por qué no pueden llevarse bien? No tiene absolutamente nada en tú contra- Señalo.
-No tendremos está conversación otra vez- Negó -Paga el traje para que podamos ir a comer algo, muero de hambre y Matt tiene entrenamiento hasta la noche.
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El placer de tus labios.
Romance(Segunda parte del idioma de tus ojos) Años de la noche del baile, tanto Alex cómo Lucia decidieron continuar sus vidas por caminos separados, persiguiendo sus sueños y huyendo de los recuerdos, obligándose a olvidar el amor que compartieron. ¿Pero...