-¿Qué trae la mochila?- Pregunto Lucia en voz baja, sin apartar la mirada del mar.
-No tengo idea, Benjamín fue quién me pidió tomarla- Contesto Alex, retirando la mochila de su hombro para posarla sobre sus piernas, abriendo el cierre con ansias.
-Claro que puedo esperar cualquier cosa de él- Dijo con una sonrisa -Al menos dime qué trae comida.
-Lo que él piensa que es comida- Comento después de sacar una botella de vodka -Alcohol, una manta y... Oh, sí hay comida- Mencionó con diversión, sacando un paquete de galletas de la mochila.
-¿Galletas?
-Estoy seguro que fue idea de Matt- Carcajeó -¿Deseas una?
-Prefiero el paquete entero, gracias.
Sonrió divertido, extendiendo el paquete mientras con otra mano tomaba la botella.
-¿Qué crees qué habrá cruzado por sus mentes cuándo planearon todo esto?- Pregunto con genuino interés, acariciando la tapa roja con la yema de sus dedos.
-Nada, absolutamente nada. Estoy segura- Contesto antes de llevar una galleta a su boca -Nunca dejarán de ser unos niños.
-Es divertido ser un niño a veces, ya sabes. Apartas las preocupaciones y simplemente vives el momento -Se encogió de hombros -Quizás pensaron que hacían un bien.
-¿Qué bien puede haber en todo esto?- Pregunto con dureza.
Notó la sorpresa en los ojos del hombre sentado a su lado, reconociendo la tristeza en sus orbes mientras ella misma se arrepentía de sus palabras.
-Lo que trató de decir es que...- Se apresuró en explicar, esperando a encontrar otra vez sus ojos para continuar -No es justo para Tania.
Comprendió su punto, limitándose a asentir levemente.
-Lo sé, créeme- Acepto, curvando sus labios brevemente -Por eso todo termino está mañana.
Detuvo sus acciones, fijando enteramente su atención en él, en sus palabras.
-¿A qué te refieres?
-Tania y yo, rompimos- Dijo con seriedad.
-¿Por qué?- Indagó.
Alex sonrió, negando con gozó mientras se colocaba de pie.
-Ahora no tengo ganas de hablar de eso, solo quiero abrir la manta y acostarme en la arena- Avisó, tomando la tela en sus manos antes de deshacerla con ayuda de sus dedos, extendiéndola a sus pies.
A pesar de que su cabeza gritara que era el momento perfecto para huir, su corazón insistía en que debía quedarse y escuchar la respuesta a su pregunta, y por primera vez en mucho tiempo, decidió seguir a su corazón.
-¿Y sí abrimos la botella de vodka, crees qué desearás hablar de eso?
Sus miradas cruzaron un segundo, reconociendo la complicidad de sus ojos y sonrisas fugaces.
-Podemos intentarlo.
...
-¿Creen qué Alex se enoje mucho?- Pregunto Daniel después de cerrar la puerta detrás de él.
-Definitivamente, y eso lo hace aún más divertido- Señaló Benjamín, acostándose en el sofá del salón principal -Insisto, ¿Pueden siquiera imaginarse el rostro de Lucia?
-Hace años que no la veo, ¿Ah cambiado físicamente?- Cuestionó, intrigado por la aparición de la mujer de ojos verdes.
-Sigue siendo igual de hermosa, eso ni dudarlo. Ahora es rubia, y ya sabes, tiene más curvas- Explicó antes de posar sus ojos en Matt, quién parecía esconderse en la cocina -Quien sí cambió mucho es Mariana.
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El placer de tus labios.
Romance(Segunda parte del idioma de tus ojos) Años de la noche del baile, tanto Alex cómo Lucia decidieron continuar sus vidas por caminos separados, persiguiendo sus sueños y huyendo de los recuerdos, obligándose a olvidar el amor que compartieron. ¿Pero...