Capítulo 7

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Tantos años evadiéndose, obligándose a no pensar en el otro, frustrados con ellos mismos por no ser capaces de olvidar aquellos ojos verdes de los que se enamoraron cuándo tenían 18 años.

Pero era distinto ahora, todo había cambiado.

-¿Mon amour?

Cerró fuertemente los ojos, recordando de repente el lugar donde estaban, y las personas que los acompañaban. Correspondió su saludo, jurando sentir como su piel empezó hormiguear apenas se tocaron sus manos.

Alex quiso hablar, pero fue interrumpido.

-Jean Paul me ha hablado mucho de ti- Comento la chica de ojos color canela, caminando hacia ellos -Me llamó Tani, soy la novia de Alex.

Aparto su mano apenas escucho tales palabras, como si aquella piel fuera capaz de quemarla, o eso pensó cuándo de repente sintió un pequeño ardor en sus dedos. Observo a la chica de cabello alisado, creyendo haberla visto antes.

-Es un placer.

Alex permaneció en silencio, incapaz de apartar sus ojos de ella.

-Quisiera quedarme para compartir un amena charla, pero primero debo dar un pequeño discurso de bienvenida- Aviso Jean Paul -Mon amour, ¿Me acompañas?

Casi suspiro de alivio cuándo vio la oportunidad perfecta de huir de aquella habitación, de aquellos sentimientos que creaban un desastre dentro de ella. Murmuro un pequeño hasta luego, sin quererlo así, y camino detrás del hombre de ojos celestes.

-Deberíamos acompañarlos- Comento Tani.

Pero Alex no podía responder, se limitó a asentir levemente, obligándose a ignorar los fuertes latidos de su corazón. Sintió como Tani tomaba su brazo y lo llevo con cuidado hacía la aglomeración de personas, pero a pesar de todo no aparto la mirada del suelo, porqué temía volver a verla.

Lucia por su parte caminaba despacio detrás del hombre de ojos celestes, incapaz de parar de repetir en su mente lo que acababa de suceder. Después de tantos años, lágrimas y noches enteras sin poder dormir volvió a verlo después de tanto tiempo, pero eso no era lo que más llamaba su atención, lo que más hacía temblar su corazón.

-Lucia.

Alzo la mirada, encontrándose otra vez con la curiosidad bañando las facciones de Jean Paul.

-Te hablo pero luces perdida, ¿Acaso sucedió algo que desconozco?- Cuestiono.

Quiso negarse, pero sentía que si no hablaba ahora las palabras podrían ahogarla.

-La verdad-

-Caballero Augier, está listo el micrófono- Informo otro joven de traje negro -Puede hablar cuándo lo desee.

-Gracias- Murmuro.

-Ve y di unas palabras, está noche está dedicada a ti y tú talento- Hablo Lucia con calma.

Permaneció en silencio, observándola con seriedad, pero finalmente sonrió.

-No será únicamente el mío- Aclaro antes de caminar hacia el centro del salón, pasó por alto la curiosa mirada de Lucia, y tomo el plateado micrófono entre sus manos -Buenas noches, damas y caballeros, me llamó Jean Paul Augier y para mí es un honor que todos me acompañen está noche- Sonrió apenas escucho los pequeños aplausos a su alrededor -No solo a mí, también a mi hermosa compañera de arte, Lucia García- Señalo con su mano a la mujer de ojos verdes, adorando ver como todas las personas parecían alagar la innegable belleza que se escondía bajo aquel antifaz -Agradecerle por estar para mí incondicionalmente, y otorgarme el placer de ver su talente día tras día.

El placer de tus labios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora