-Dios mío, hasta que por fin llamas- Dijo Daniella alzando la voz -Unos días más y en serio pensaría que tú y Alex se habían matado entre ustedes.-Creo que sería más probable que yo lo mate a él, qué él a mí- Mencionó Lucia con una sonrisa, presionando el celular sobre su oreja -De todos modos, yo no soy la única que podía llamar, también podías buscarme. Pero creo que has estado muy ocupada últimamente.
Era una broma, Lucia no tenía absoluto conocimiento de los últimos acontecimientos que había vivido Daniella. La verdad es que esta última tampoco podía creer todo lo que había sucedido desde que volvió a San Francisco -¿Sigues ahí?
-Lo siento, lo siento- Se apresuró en disculparse, despabilando la cabeza -Solo pensaba en cómo han cambiado las cosas, tú allá, yo acá, tú con él, yo con--Tampoco puedo creerlo- La interrumpió sin querer -Como si viviera un sueño, y en serio no quiero despertar. Puedo tocarlo, Daniella- Dijo con resaltante emoción -Puedo olerlo, sentirlo, no me importa ahora despertar en medio de la noche porqué sé que él estará ahí, a mí lado.
La mujer de ojos cafés no evito emocionarse también por el relato de su mejor amiga. Daniella fue testigo de todas las lágrimas y lamentos de Lucia, todas las noches que pasó en vela a su lado intentando consolarla, o todos los cuadros que llenaban el apartamento en un intento por tenerlo de regreso. Daniella siempre estuvo para los malos momentos, y se sentía muy feliz de por fin estar para los buenos también.
-Incluso pudimos hablar de Dylan.
Daniella amplio los ojos, desbordando de sorpresa.-¿Estas bien, como te sientes? - Pregunto primero, verdaderamente interesada en el interés de su mejor amiga -¿Sobre qué asunto hablaron exactamente?
-La verdad- Se encogió de hombros, recordando con cariño como Alex no dejo de abrazarla la noche entera -Tuve la valentía de contarle las intenciones de Dylan, lo que hizo, las amenazas y el intento de violación- Hablo fluidamente, felicitándose a sí misma en silencio por aquel logro, ya que siempre que se trataba de ese tema no podía evitar el nublar de su mente y la manera en que se enredaba su lengua -El solo escuchaba en silencio, pero después empezó a llorar y a disculparse por no estar para mí, se culpó de ser egoísta y de hacerme aún más daño por no quedarse conmigo.
La mujer de ojos cafés escuchaba en silencio como el relato de su mejor amiga poco a poco creaba pequeñas lágrimas en sus ojos. No interrumpió a Lucia en ningún momento, tampoco hablo cuándo ella dejo de hacerlo, ahora ambas estaban en silencio, consolándose a la distancia-Eres tan fuerte, y estoy tan orgullosa de ti- Lagrimeo Daniella -Mereces todo lo bueno y bonito de este mundo Lucia, y estoy segura que lo tendrás de la mano de Alex. Que ahora ambos se tienen, y tengo la certeza de que esta vez no se van a soltar.
-No permitiría que me suelte. ¿Sabes? - Sonrió como una niña pequeña, con los ojos levemente rojizos -Yo tampoco pienso dejarlo ir.
-Me alegra mucho de que después de tantos problemas por fin puedan estar juntos, y que afortunado es Alex de que ambos puedan pasar sus cumpleaños juntos.
Un silencio, la llamada se tornó en total silencio. De repente la nube de emociones y sentimientos se esfumo, dejando abierto un camino de confusión, y por otra parte, incredulidad.
-¿Qué?
-¿Qué?
-¿A qué te refieres con su cumpleaños?- Preguntó Lucia.
-Su cumpleaños es en unos días, igual Contesto -Espera. ¿No sabes cuándo es su cumpleaños?- Preguntó llena de incredulidad.
No tuvo respuesta.
-Carajo Lucia- Carcajeo - ¿Cómo puedes decir que estás enamorada de él si no sabes el día en que lo parió su mamá?
-Nunca hemos pasado un cumpleaños juntos, y no sé, nunca hablamos de nuestros cumpleaños- Se excusó.
-Eso no es excusa por favor, es casi que cultura general saber el cumpleaños de la persona que te gusta- Daniella no podía dejar de reír, divertida con la situación -Estoy muy segura de que él sí sabe tu fecha de cumpleaños.
Mariana no podía verla, pero ahora Lucia tenía los ojos cerrados y las mejillas notablemente rojizas por la vergüenza adueñada de su cuerpo.
-Okey, ahora hablando en serio- Dijo cuándo las carcajadas bajaron su volumen -Aún tienes tiempo para pensar en qué prepararle, es dos días o tal vez tres si no me equivoco.
-¿Pensar yo sola? Debes ayudarme, tú pasaste más de un cumpleaños a su lado.
-En realidad...- Mariana recordaba los cumpleaños, pero en realidad nada resaltaba la noche de su cumpleaños comparada con otras salidas con sus amigos, Alex nunca hizo al especial -Creo que lo celebraba con sus padres, Dani y yo nunca hicimos algo diferente a la rutina. A pesar de insistirle y darle ideas, nada lo motivaba.
-No me impresiona- Se encogió de hombros -El parecía siempre estar en automático cuando recién nos conocimos, por eso no me agradaba- Explicó, recordando aquella época de secundaria -Además de ser reservado por el temor a que descubrieran que era trans, él en serio era muy callado.
-Hasta que te conoció- Habló Mariana -Hiciste un completo antes y después en la vida de Alex. Lo recuerdo, desde que te conoció todo él cambio- Sonrió -Es decir, peleó por ti.
Bromearon entre ellas, llenas de risas y ojos achicados. ¿Hacia cuánto tiempo ninguna de ellas se sentía tan plena o en paz como esa mañana? Tenían la respuesta, muchísimo tiempo.
-Creo qué sé en qué puedo ayudarte- Dijo Mariana, llamando la atención de Lucia. Sabía que debía contarle de ella y Matt, pero en ese momento también era consciente de la verdadera importancia y urgencia que debía estar experimentando Lucia para darle una sorpresa a Alex-Algo sencillo pero sorpresa, y hecho por ti. Será un cumpleaños que nunca olvidara a tu lado.
Lucia escucho sus palabras atentamente, pero algo en la habitación llamo su atención, eran los poemas de Alex desordenados y esparcidos en todo su escritorio de noche. Era consciente de que él prefería tenerlos en hojas sueltas que atrapados en un cuaderno como solía decir él, pero de repente una idea cruzo su mente, y creyó encontrar el regalo perfecto para perfecto para su hombre de ojos verdes.
…-Nunca había sido tan feliz- Confeso Matt, creyendo estar al borde la lágrimas al recordar cómo fue tener a Mariana entre sus brazos que está vez se darían una oportunidad -¿Puedes creerlo? Alex, estoy con Mariana. ¿Puedes creerlo?
Había decidido dar una vuelta alrededor del vecindario donde vivía Lucia, y después de recibir un mensaje de su mejor amigo no dudo en llamarlo. Después de todo no sabía mucho de ellos desde que estaba en Madrid. Y después de oír toda la historia con Mariana en serio se alegraba por el hombre de ojos negros.
-Claro que puedo creerlo Matt- Hablo con dulzura, posando una amplia sonrisa en sus labios -Mereces todo lo que te haga feliz, y sé que esto te hace el hombre más feliz del mundo.
-No tienes idea, Al. Es decir tú al menos disfrutaste con Lucia, Mariana y yo nunca tuvimos esa oportunidad, pero ahora siento que podríamos ir hasta la cima del mundo si nos lo proponemos- Explico con notable emoción.
-Entonces ténganlo como meta, el límite es el cielo- Aconsejo Alex -Que no les importe nada más que el simple hecho de estar juntos.
-Espera… ¿Entonces decidiste quedarte allá en Madrid, al lado de Lucia?
-¿Por qué no? - Se encogió -No quiero irme, no quiero apartarme, no quiero dejar de verla, Matt.
-¿Pero ella te ha pedido qué te quedes? - Pregunto con asombro, sin poder creer del todo las palabras de Alex.
-Eso no se pide- Sonrió levemente -Y aún si me pidiera lo contrario, yo deseo esto. Es decir, aquí podría hallar trabajo, publicar mi libro. Solo debería dominar el idioma y sin embargo Lucia podría ayudarme con eso- Explico a detalle, dejando ver que ya tenía días con esa idea en mente -Así como Mariana quiere volver a casa, yo también, porqué mi casa es ella.
El canto de las aves se escuchaba a su alrededor, el atardecer era precioso, y los niños jugando en el parque una completa maravilla. Alex se decía así mismo que podría acostumbrarse a esto.
-¿Y ya se lo has dicho, o a tus padres? - Pregunto antes de arrugar las cejas -¿Al menos tu madre sabe qué has vuelto con Lucia?
-Si… No he hablado con mi madre hace mucho tiempo- Carcajeo, imaginando la exagerada reacción de su madre ante tal noticia -Tampoco se lo he dicho a Lucia, puede que esperé hasta mi cumpleaños. De todos modos es en tres días.
-Dios, tienes razón. Lo he olvidado por completo- Rio Matt -Cumplirás veinticuatro años, Al.
-Mi primer cumpleaños a su lado- Menciono con emoción -Y estoy seguro que no tiene idea, nunca se lo he dicho.
-¿Planeas sorprenderla?
-Algo así- Sonrió como un niño travieso -Solo quiero hacerla feliz, Matt. Estoy tan enfocado en ella que ni siquiera he hablado con Benjamín o Dani.
-De Dani no te has perdido mucho, ya sabes que el solo se enfoca en el trabajo- Contesto Matt después de recostarse en el sofá de la sala de estar.
-¿Y Benjamín? No tengo noticias de el desde que arribe a Madrid.
Inevitablemente recordó la discusión que compartió con el hombre de cabello caramelo antes de partir de viaje, tampoco había hablado con Benjamín desde entonces pero no tenía intenciones de hacer algo. Consideraba que Benjamín se estaba comportando como un niño, y la verdad es que Matt estaba tan contento con su vida en ese momento que no deseaba dramas externos, a pesar de considerar a Benjamín como su mejor amigo no estaba de acuerdo con su manera de ver y manejar las cosas, lamentablemente sentía que ya no podía ayudarlo o tarde o temprano aquella negatividad también lo terminaría consumiendo.
-¿Matt? - Lo llamo Alex.
-Tampoco he hablado con Benjamín, pero seguramente esta resentido con nosotros por ya no estar en Filadelfia.
-Debe estar celoso porque todos rompimos la relación- Alex intento bromear.
Pero la línea de Matt permaneció en silencio.
-¿Seguro está todo bien?
-Te prometo que todo está bien, hablamos de Benjamín. ¿Qué podría hacer?
Una pena que la pregunta en este caso no fuera “¿Qué no podría hacer?”
…
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El placer de tus labios.
Romance(Segunda parte del idioma de tus ojos) Años de la noche del baile, tanto Alex cómo Lucia decidieron continuar sus vidas por caminos separados, persiguiendo sus sueños y huyendo de los recuerdos, obligándose a olvidar el amor que compartieron. ¿Pero...