Sentía los insistentes besos en sus labios, y como aquellos brazos no pararon de deshacerse del traje que segundos atrás vestía su cuerpo. Entro a la habitación a empujones, soltando a la chica que tenía en brazos sobre la cama, percatándose al instante que no era quién pensó su mente todo el tiempo.
Era Tani, con su cabello levemente crespo, dando por olvídalo el alisado que lucio toda la noche, con sus ojos color canela llenos de deseo, observándolo fijamente, esperando con ansias que se acercará. Pero no podía hacerlo, porqué en todo el trayecto en que otros labios estuvieron sobre los suyos su mente no dejo de pensar que era alguien más, que al separarse serían otros ojos los que se encontraría.
Pero no fue así, y como le dolió darse cuenta.
-¿Alexander?
-Quiero dormir- Murmuro -No me siento bien, creo que fue el champagne...
Fueron sus ojos verdes, corrigió su mente, y cerró los ojos fuertemente en un intento de callarla.
-¿Quieres un té, algo...?
-Solo quiero dormir.
Se sentó al borde de la cama, dándole la espalda. Retiro los zapatos que cubrían sus pies, y aparto la corbata de su cuello, deshizo los botones de su camisa y la aparto de su torso.
-¿Seguro qué no deseas nada?- Insistió, preocupada con él.
Pero Alex guardo silencio, recostándose de lado, tratando de alejar los pensamientos que atormentaban su mente. No podía contestar esa pregunta, no quería aceptar las respuestas.
-Solo acuéstate a mi lado...- Susurro.
Pese a que no quería ser tocado, no se negó cuándo Tani abrazo su cuerpo, enterando su rostro en su cuello, respirando sobre él.
No quería cerrar los ojos, por qué no pararía de recordar su encuentro, recordar el rostro que solo pudo ver por unos segundos, pero que seguía tatuado en su mente. El maquillaje negro había sido sustituido por el dorado, sus mejillas carmín ahora eran un poco pálidas, y juraba creer que su sonrisa tampoco era la misma, pero sus ojos no habían cambiado en absoluto, a pesar de creer no reconocer el mismo brillo, el color seguía igual, y le seguían perteneciendo a ella.
Escondió sus ojos bajo su mano cuándo sintió como las lágrimas podían asomarse en cualquier momento, obligándose a no llorar por ella después de tanto tiempo, negándose a creer que aún tenía efecto en él.
Porqué la verdad es que tenía miedo.
...
-¿Deseas tomar una copa antes de dormir?- Pregunto Jean Paul después de entrar al departamento -Puede ayudarte a descansar.
-Solo quiero recostarme.
Camino hasta el baño de su habitación, observándose en el espejo después de empezar a remover el maquillaje de su rostro con cuidado, escuchando perfectamente como el hombre de cabello castaño la seguía.
-Ahora que estamos a solas, ¿Me contarás qué te sucede?
-Jean Paul, estoy cansada- Negó.
-Lucia García, no te reconozco está noche- Se cruzó de brazos -Pareces tan...
-¿Diferente?
-Desorientada, como si no fueras tú.
Ahogo su rostro en el agua que desbordaba de sus manos juntas, frotando su rostro eventualmente, tratando de alejar los recuerdos de la noche.
-Lucia-
-Quiero estar sola Jean Paul, por favor- Pidió en un susurro, dejando sus manos al borde del lavamanos -Solo necesito estar sola está noche.

ESTÁS LEYENDO
El placer de tus labios.
Romance(Segunda parte del idioma de tus ojos) Años de la noche del baile, tanto Alex cómo Lucia decidieron continuar sus vidas por caminos separados, persiguiendo sus sueños y huyendo de los recuerdos, obligándose a olvidar el amor que compartieron. ¿Pero...