Capítulo 11

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-¿Él hombre qué acompaño a Tani?- Pregunto Jean Paul, asombrado por lo que acababa de escuchar -¿Por qué no hiciste mención de eso en la exhibición?

-No podía salir del asombro, del terror de...- Suspiro, negándose a concluir la oración.

-He quedado sin palabras- Comento -No puedo creer que sea tan atractivo.

-Jean Paul- Se quejó, escondiendo su rostro entre sus manos.

-Es que al ver a ese hombre sin antifaz no pude evitar preguntarme si era real, me pareció precioso- Opino, juntando sus manos -No puedo ser juzgado, de seguro tú pensaste lo mismo al conocerlo.

-En realidad no se llevaron de la mejor manera desde el comienzo- Acotó Daniella.

-¿Podemos dejar de hablar de él?- Suplico en un suspiro.

-Es imposible- Negó -Él innombrable debe ser muy nombrado ahora, porqué además de ser el novio de Tani, y ser uno de los hombres más atractivos que he conocido, es la misma persona que por años has intentado olvidar y que-

Detuvo abruptamente sus palabras, hallando la desesperación en aquellos ojos verdes.

-Vamos, solo dilo- Se encogió de hombros -El tiempo me ha enseñado que a pesar de guardar silencio las cosas no se olvidan del todo.

-Entonces no es necesario que lo diga, ya lo sabes.

Suspiro otra vez, escondiendo su rostro con fuerza entre sus manos, deseando despertar de aquella pesadilla.

-Oh mon amour- Susurro, enredando sus brazos alrededor de su cuerpo -No quiero verte triste, ¿Hay algo que podamos hacer para ayudarte?

-Necesito otro corazón, el mío ya está demasiado defectuoso.

-Pero tú corazón es hermoso- Daniella acarició su cabello -Y debes estar feliz de qué ame a pesar de... ¿Todo?

-Y necesitó otros amigos- Añadió.

-Tengo una idea- Hablo Jean Paul, colocándose de pie - Mon joli homme hablo sobre ir a un nuevo club en la ciudad, menciono sobre ir juntos pero no me contesta hace horas así qué, ¿Por qué no vamos todos juntos? Noche de chicas- Sonrió efusivamente.

-¿Mon joli homme?

-Su lindo hombre al parecer- Alzo las cejas -Jean, ahora solo quiero dormir.

-¿Para soñar con él? No, no. Debes levantarte, maquillar tú tristeza y ahogarla en alcohol con tus amigos- Indico Jean Paul -¿Qué puedes perder? Él seguirá sin estar ahí, Lucia.

-Jean Paul- Regaño Daniella.

Los escuchaba hablar de ella, pero no dejo de repetir sus últimas palabras. Tenía razón, Alex ya no estaba ahí, y hace tiempo que lo había aceptado.

-Bien- Se levantó con lentitud -Pero si no hay una botella de vodka en mi mano a los cinco minutos de llegar, me iré.

-Lucia...

-Prometo que toda las botellas de vodka estarán a tú nombre- Sonrió Jean Paul -Salimos a las nueve, prepárense.

...

La habitación permaneció en silencio, con las palabras de Matt flotando en el aire.

David siguió adelante, a pesar de los sentimientos que aún guardaba por Daniella, se esforzó por olvidarla, y lo consiguió con el tiempo, pero Matt era otra historia. El hombre de ojos negros sencillamente no quería olvidarla, aún la recordaba con cariño a pesar del daño que le provoco, y se negaba a creer que eso no fuera otra cosa además de amor.

El placer de tus labios.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora