El placer de tus labios.

Capítulo 13

*Nota: Público esté capítulo porqué me siento feliz, y quiero compartirles mi felicidad*

...

Frente a él se hallaba el motivo de su dolor, su necesidad por olvidar quién es, la persona que más buscaba borrar esa noche. Y Lucia, por su parte solo pensaba que el destino se burlaba de ella, que la vida no pudo haber sido más cruel con ella esa noche.

Y en su dolor, dejo hablar al orgullo.

-¿Te volviste un acosador en todos estos años?

Sintió como el ascensor empezó a descender, pero no dejo de desafiar aquellos ojos verdes.

-¿Disculpa?- Llevo una mano a su pecho -Yo vivo en filadelfia desde hace meses, apuesto que tú estás aquí únicamente por la exhibición- Acuso -De haber sabido que estabas acá en mí vida hubiera entrado a este ascensor.

-¿Por qué no te vas entonces?- Cruzo sus brazos -¿Por qué sigues acá?

Presiono sus labios con enojo, incrédulo por darse cuenta que después de tantos años sin hablar, su primera conversación sea una pelea. Giro su cuerpo mientras empezaba a apretar con insistencia los botones del ascensor, negándose a verla.

-Si haces eso puedes dañar los sensores, ¿Sabías?

-No me importa- Contesto.

-Vaya, que caballero te has vuelto- Critico.

Estuvo a punto de girar su cuerpo para continuar aquella ridícula discusión, pero un fuerte movimiento hizo vibrar enteramente el ascensor, haciendo que tuviera que sostenerse de las paredes para no caerse, escuchando como parecía parar su descenso.

-¿Estás bien?- Pregunto apenas poso sus ojos en ella, observándola sostenerse a duras penas con las esquinas de metal.

-Me mareé un poco...

-Se ha parado el ascensor- Murmuro.

-¿De verdad?, ¿Cómo no pude darme cuenta?

Giró los ojos, oyendo una voz por encima de su cabeza.

<Estimados pasajeros, les informamos en este momento que estamos sufriendo problemas técnicos. Les aconsejamos guardar la calma y permanecer juntos hasta que los soluciones>

-Debe ser una broma- Negó.

-Yo lo siento muy real.

Alex intento seguir presionando los botones del ascensor, pero no halló resultados, perdido en su desesperación solo pudo dejar reposando su frente en la fría superficie.

-Bueno, mientras tanto...- Susurro Lucia, resbalando con cuidado su espalda sobre la pared, sentándose finalmente en el suelo -Beberé un poco.

-¿Cómo puedes estar tan tranquila con esto?- Cuestiono, inclinando su espalda en las heladas puertas del ascensor.

-No estoy tranquila, pero si ebria- Aclaro -Ventajas de tener alcohol- Señalo mientras la orilla a sus labios, bebiendo un poco de aquel ardiente líquido -¿Deseas?

-Nunca me han gustado los tragos fuertes, lo sabes- Contesto, perdiendo su mirada en techo del ascensor.

-Pero hueles a tequila- Sonrió.

En efecto, lo primero que Lucia noto de Alex, antes de darse cuenta que era él, fue el fuerte hedor a tequila. Él permaneció de pie, fijando sus ojos en sus manos juntas.

-Son las dos am- Observo el reloj de su muñeca.

-Deberías sentarte, dudo mucho que solucionen esto pronto- Aconsejo, jugando con la botella entre sus manos.