El placer de tus labios.

Capítulo 25

-¿No dirás nada?

-No sé qué decir- Murmuro, inhalando levemente -¿Se ha ido sola?

-Dijo que lo necesitaba- Respondió Jean Paul -Pero no creo que sea necesario decir que es todo lo contrario.

-¿Qué te hizo cambiar de opinión?- Pregunto por fin, volviendo a posar sus ojos en ella -Anoche dejaste muy en claro lo que pensabas de mí, de todos nosotros. ¿Qué pasó?

-Cuándo ustedes terminaron, la vi en su peor momento, como nunca pensé que una persona podía estar rota, ella estaba hecha pedazos- Recordó -Noche tras noche, obsesionada con perderte se perdió a ella misma, y yo me prometí, a su lado. Que haría lo que fuera posible en mis manos para ayudarla, para evitar que su corazón terminará de quebrarse... Pero al final todos somos lastimados, y solo podemos elegir por quién- Citó.

-Nunca quise herirla.

-Lo sé, pero es inevitable, la mayoría de las veces, y ahora lo entiendo. Lucia no necesita que la proteja del mundo, necesita afrontarlo, salir herida y caer, tomar valor y volver a colocarse de pie. Pero sobre todo, necesita que seas honesto con ella, de una vez por todas.

Alex alzo la mirada, asombrado por el peso de sus palabras.

-Si la quieres, o dejaste de hacerlo, debes terminar con la incertidumbre que tanto la atormenta. Ahora o nunca, aunque ella misma te haya dicho que no la busques, muy en el fondo aún espera que vuelvas.

La convicción de sus palabras lograron influenciarlo, tanto, que el impulso de correr todo un continente para llegar a ella de repente careció de incredulidad, ridiculez, y empezó a quemar muy por dentro de su alma.

-Te debo una disculpa por lo que dije ayer, y como me comporte- Aclaro, asintiendo levemente -Nunca tuve ese derecho, nunca estuvo en mis manos, y a pesar de que ahora es el mismo caso. De todos modos, te pido que vayas a buscarla.

-No hace falta- Negó -Aun si perdiera en el intento, o tú me detuvieras, iba hacerlo.

En ese momento, por un pequeño instante, recordó la primera vez que Alex confesó que estaba enamorado de Lucia, con aquella seriedad y honestidad en sus ojos verdes que lo hacían brillar. Ahora, en esa noche, reconoció el mismo tono de ojos.

-Entonces iremos al aeropuerto- Dudo Matt.

-Antes debo buscar un par de cosas en mi departamento- Admitió, volteando a verlo -No puedo encontrarme con ella sin tenerlas conmigo.

...

-Llegue en cuanto pude- Dijo Daniel cuándo reconoció el auto de Benjamín apartado en la calle, percatándose también del resto de personas -Hola...

Jean Paul saludo amablemente, Mariana por su parte asintió en silencio.

-No he entendido bien el mensaje, ¿Quién irá a Madrid?

-Alex, de hecho justo ahora esperamos a que bajé del departamento, fue a buscar algo de ropa- Contesto Matt -Se encontrará con Lucia.

-¿Volvió a España?- Pregunto con asombro -¿Sola?

-No está en su mejor momento- Comento Mariana, posando sus ojos en él, pero Daniel no pudo mantener la mirada.

-¿Has llegado en Taxi?- Pregunto Matt, dejando escapar una pequeña sonrisa.

-Mi auto sigue en la agencia, ¿Por qué...?

-Será muy entretenido ver cómo intentan ir todos atrás- Bromeó Benjamín, inclinado sobre su auto -Mariana, Matt y Alex irán en los asientos, Jean Paul será el copiloto.