Narrador
Ya había pasado un mes desde que una chica completamente extraña había llegado a su casa y simultáneamente a su vida. Al principio la idea no le agradaba en absoluto, lo demostró con su actitud, sin embargo esa actitud no le sirvió de nada con ella, Izuku no sabía a lo que se enfrentaba, ella era endemoniadamente dulce y amable ¿Cómo era tan buena?
Ella trató de ser simpática y amable con él, lo que genero que el peliverde se sintiera miserable así que trató de ser bueno con ella, después de todo vivirían juntos y ella no tenía ninguna culpa. Así fue, gracias a la forma tan extraña de ser de esa joven que los 2 comenzaron a llevarse bien, claramente eran totalmente diferentes, eran agua y aceite, polos opuestos; pero, de verdad les fue fácil llevarse bien y rápidamente creció entre ellos una amistad única. Hasta había dejado de andar por los pasillos en bóxers, cosa que para su suerte Ochako nunca vio.
Ochako también creyo que al principio no se llevarían para nada bien, sin embargo con el paso de los días, la relación entre ambos cambió drásticamente, se agradaban a pesar de ser tan diferentes, poco a poco ese agrado se convirtió en amistad. Ella lo conocía a la perfección, era desordenado, irresponsable, dormilón, despreocupado, mujeriego, rebelde, loco, perezoso, liberal, sin ningún tipo de atadura, se divertía, sin embargo, él también se había encargado de mostrarle sus otras cualidades, era gracioso, protector, inteligente, tenía su lado tierno muy escondido, era bromista y siempre estaba pendiente de ella y sin duda la más evidente era endemoniadamente sexy, cualquiera se daba cuenta de eso, pero eso último también se había convertido en el más grande problema para Ochako, y es que, él se había convertido en su amigo, pero era tan guapo, que muchas veces su mente le jugaba sucio.
Era un miércoles, aproximadamente las 11 de la noche , Ochako estaba en la cocina preparando palomitas, ya todos estaban dormidos o al menos eso creía ella. Vestía un pequeño short y una camiseta de tirantes y en sus pies un par de pantuflas rosas, en ese momento alguien entró a la cocina, la chica volteó y dio un largo suspiro.
Ochako: Me asustaste.Respondió en un suspiro, para luego percatarse de que Izuku sólo llevaba puesto un pequeño pantalón, su torso estaba completamente desnudo, él se acercó tranquilamente hasta ella.
Izuku: ¿Vas a ver una película?.
Ochako: Así es, quiero ver una película romántica.El joven respondió con una mueca de asco.
Izuku: No.
Ochako: ¿Algún problema?
Izuku: Claro que si, yo también quiero palomitas ¿Por qué no mejor...?dijo aproximándose hasta quitarle el tazón con palomitas
Izuku: Vemos algo de terror
Ochako: ¿Estás loco? Y dame mis palomitas..
Izuku: No me da la gana, ¿tienes miedo?
Ochako¿Yo miedo?Por supuesto que no.
Izuku: ¿Entonces?
Ochako : Yo iba a ver la película romántica-
Izuku: ¡ABURRIDO!Bufó para después comer una palomita.
Izuku: Mejor veamos actividad paranormal.
Ochako: Claro que no.
Izuku¿tienes miedo?
Ochako: Claro lo admito, no me gustan esas películas-
Izuku: Ay vamos, estarás conmigo ¿no confías en tu amigo?
Ochako: Dame mis palomitas.Izuku: ¿Eso es un si?-
Ochako: Si no puedo dormir todo será tu culpa.Izuku: No te preocupes, yo duermo contigo , Bizcochito.
Ochako: ¿Bizchochito?
Izuku: Será tu apodo.
Bromeó él, de nuevo los nervios atacaban a la chica.
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Vivir contigo
RomanceOchako Uraraka y su mejor amiga Yaoyorozu Momo lograron ingresar a la prestigiada escuela UA, sin embargo había un problema ¡Ambas vivían muy lejos! Para su suerte Ochako fue recibida en la casa de la mejor amiga de su madre Inko Midoriya. Sin emba...