Izuku Antiromances Midoriya

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Creo que nunca había visto a Deku moverse tan rápido como ahora, tiraba con fuerza de mi brazo mientras se abría paso hacia la puerta de la mansión. Casi puedo palpar la emoción que me recorre el pecho.

 Los efectos del alcohol en mi sangre,  se están desintegrando a pasos agigantados. Sin embargo Izuku Midoriya es mucho más embriagador. No de mirar todo el tiempo hacia atrás como si yo fuera a desaparecer en cualquier momento, pero cada vez que se gira sonrío para que sepa que vea que continuo allí con él.

 Es curioso lo evidentes que son siempre mis sentimientos hacia él. Puedo pasar de odiarlo con toda mi alma a adorarlo en cuestión de segundos, lo cual no es el lema ideal para una relación que se considere sana, pero no encuentro otra descripción. Afuera  hace calor , pasamos por una multitud de chicos que me miraban y gritaban algunas babosadas cuando pasamos por su lado.

 Izuku dedico a fulminar con la mirada a todo aquel que se atreva a decirme algo y así logro que ellos cierren la boca al instante.

Izuku: ¿No podrías haberte traído un abrigo o algo? 

Me pregunto con el ceño fruncido. Sé que debería ofenderme ante semejante demostración de machismo, y en parte lo hago. Yo no tengo la culpa de que los hombres sean como perros en celo, ni tampoco tengo por qué taparme para protegerme de sus miradas perversas, pero esa es una batalla que ya libraré en otra ocasión. Ahora mismo no puedo .. solo necesito reírme delo adorable que se pone cuando se enfada.

Ochako: ¿Quieres que me ponga un abrigo, con este calor? ¿En serio?

Izuku: Otra opción es partirle los dientes a aquel imbecil de allí. 

Se giro y le grito a alguien que, por lo visto, me estaba repasando el trasero. De repente, me echo a reír y no puedo parar. Es todo tan absurdo... Hombres piropeándome, ¡a mí!  Se me hace raro que me encuentren sexualmente atractiva, aunque no tan raro como el hecho de que tengo un novio que ahora mismo se dedica a espantarlos como moscas sobre carne podrida.

Izuku: ¿Qué te parece tan divertido? 

Enfadado me atrajo hacia él para pasarme un brazo alrededor de los hombros. Dios, me encanta cuando se pone tan posesivo. Intento dejar de reírme, pero aún me duran los efectos secundarios del alcohol y la situación me parece más divertida de lo que en realidad es. 

Ochako: Es que...  el año pasado por estas fechas estaba en la cama con mi pijama de Scooby Doo, comiéndome un bote enorme de helado de chocolate y rezando para que Katsuki Bakugou se diera cuenta de mi existencia. Es curioso cómo han cambiado las cosas en tan poco tiempo. 

De pronto, siento que su cuerpo se tensa y me doy cuenta de que he metido la pata al mencionar a Bakugou. Por suerte, se recupero enseguida, me aprieto contra su costado y me dio un pequeño beso en mi frente.

Cuando por fin encontramos el auto, estaba tan cansada que Izuku tuvo que subirme literalmente a cococho. La tensión entre los dos es evidente, sobre todo cuando me toma una mano entre las suyas y las coloca sobre mi muslo. Me dedica una sonrisa traviesa y empieza a dibujar círculos con el pulgar sobre la piel desnuda que el vestido no alcanza a cubrir. 

No se si era por los efectos del alcohol pero yo estaba perdiendo la cabeza por culpa de una inocente caricia. Es entonces cuando los dedos de Izuku se deslizaron  hacia arriba y me doy cuenta de que para nada es inocente, y de que, encima, está disfrutando viéndome pasarlo mal.

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