Mundo invertido || Haikyuu y tú

10

Arami

— Bienvenido —hablé al escuchar la campanilla y de ella dos guapos chicos aparecieron—. ¡¿S-S-Satori?! ¡¿U-Ushijima?!

Estos me voltearon a verme confundidos.

— L-Los he visto por la tv —aclaré nerviosa.

Ushijima asintió y entró a la tienda, Satori por otro lado mostró esa característica sonrisa suya y le siguió detrás.

Dejé escapar todo el aire en mis pulmones llevando una mano a mi pecho.

<<Oh dios. Oh puta madre. ¡Tengo a estos dos aquí! ¡Son los más raros de Haikyuu! Uno es un loco y otro es un... "Debiste venir a Shiratorizawa">>.

Unas bolsas de comida y refrescos fueron apoyadas en la mesada.
Las tomé nerviosa y empecé a escanear el código para poder cobrarles.

— No entiendo porqué no vinieron. Hubieran venido ellos en vez de mandarnos a nosotros a comprar.

Satori rascaba su oreja desinteresado.

— Meh. Al menos descanso de los entrenamientos, la próxima le diremos que vengan con nosotros y compren ellos mismos —contestó.— ¡Oh! —cambió su gesto a uno emocionado— ¿Viste el anuncio?

— ¿Cuál anuncio?

— ¡El de Arami! Los productores se encuentran en un descanso. No dieron explicaciones ni detalles, eso molestó a muchas personas, ya que dejaron el anime por la mitad. Solo publicaron un mensaje "Nos encontramos en un descanso. Blah blah; ¡Nos vemos a la vuelta con más capítulos de la vida de Arami! Blah blah; ¡Gracias por apoyar!" —imitó desganado y luego se quejó con suspiros—. Yo quería más capítulos de mi dulce __(tn)... ¿Que haré ahora?

—  Puedes enfocarte en los entrenamientos.

Hizo una mueca de desagrado.

— No puedes entenderme. ¿Por qué no le das una oportunidad? Te juro que la amarás tanto como yo y los chicos.

<<¿Ushijima no me ve...? Rayos. Yo creía que iba a ser su waifu... Bueno, soñar no costaba nada.>>

— No me gustan esas cosas. Además, ¿Que tiene de interesante ver dibujos? No son reales, Satori —recordó—. No puedes enamorarte de algo que no existe, es ilógico y patético.

¡Oye! ¡Yo lo hice con ustedes!

— Diría que eso me dolió pero... No te voy a mentir. ¡Solo mirala! Es muy linda y tierna —hizo gestos, cosa que me enterneció por completo—, además, es muy divertida, lo prometo. Siempre suceden cosas graciosas o cuando se pone triste hace una cara tan linda que me dan ganas de traspasar la pantalla e ir y abrazarla. ¡No te arrepentirás! Pero es mía, no te equivoques eh —amenazó.

Ushijima suspiró.

— No lo haré, Satori. Es ridículo ver la vida de una niñita, ¿Que tiene de entretenido? Puedes ver tu propia vida para eso. Además, debe ser pate-

— ¡Oye! ¡Cuida tus modales amigo! ¡No soy ninguna niñita ni patética! ¡¿Me escuchaste?! —golpeé la mesa con ambas manos y luego lo amenacé con mi dedo índice.

Estos me miraron extrañados por mi repentina reacción.

— ¿Tú...? —habló sin entender el capitán.

— Espera un segundo... ¡Reconozco esa voz! —bajó la tela que cubría mi boca rápidamente — ¡Oh madre santísima de la virgen María y Antonia!

Hice una mueca. <<¡¿Que dice este tipo...?!>>

Satori rápidamente sacó su celular y marcó un número. ¿A quién está llamando?

— ¿Lo conoces?

Miré a Ushijima.

<<Sí>>

Negué.

— ¿Sabes a quién llama?

Volví a negar.

— ¿Tal vez a su madre...?

Ambos miramos al pelirrojo confundidos e intrigados.

— ¿Hola? —habló— ¡Sí! Soy yo... Te llamo para rentar el apartamento para dos personas... Sí, sí. ¿Tiene cama matrimonial, cierto? ¡Perfecto! Ah, claro. Sí, también me iré de luna de miel con ella... ¿Qué con quién? —volteó a verme de reojo, con esa mirada que hace que te derritas— Con mi mujer, claro.

<<¿Conmigo? ¡¿Conmigo?!>>

— ¿Estas casado? —preguntó confundido, Ushijima.

Golpee mi frente con la palma de mi mano. ¡Hasta yo me di cuenta, idiota!

— S-Satori... No puedes haces eso —me encantaría —, soy muy joven aún.

Este me miró fijo por unos cortos segundos.

— Luego te llamo para confirmar y arreglar todo —colgó—. ¿Y eso que tiene?

— ¿Cómo? —repetí confundida.

Colocó sus brazos en la mesada, mirándome fijamente.

— Yo también lo soy. ¿En qué interfiere que nos casemos?

Sentí como mi cara empezaba a arder por su cercanía.

Este sonrió.

Miré a Ushijima, en busca de ayuda.

•••
¡hola y adiós!
Se me hizo costumbre darle un premio siempre a la primera que dice "llegué" es como, toma te doy mi amor y un premio😌🏆❤