44

17.4K 2.3K 4.3K
                                    

Arami

— ¡¿Puedes irte de una vez?! ¡Ya nos encargaremos de lo que falta!

— ¡Pero, Yamamoto! —me quejé— ¡Déjame seguir ayudando!

Negó.

— Ya dijimos que los que tengan un disfraz complicado pueden irse antes —añadió el armador.

Frunzo el ceño al oír eso.

— Kenma, en ningún momento les dije de que me iba a disfraz por lo tanto, no sab-

— Vete igual —Kenma sin más, me empujó fuera del gimnasio y cerró la puerta tras de si. Quedé parada, atónita.

— ¿Estás bien? —miré a Akaashi quién justo pasaba por aquí, creo.

Asentí.

— ¿Te echaron?

Volví a asentir. Keiji rió sutilmente.

— Lo supuse. Estuviste ayudando sin parar y ¿quieres seguir? Estas demente.

Me crucé de brazos.

— Solo quiero pasar el mayor tiempo posible con ustedes —refunfuñé.

— No te enojes —su mano se apoyó en mi cabeza, con suavidad. Me miró con ternura—. No lo hacemos porque no queremos estar contigo. Lo hacemos porque queremos que tú también te relajes y puedas arreglarte con tiempo. Sin agregar que disfrutes, claro.

— Es muy dulce de su parte pero no lo necesito.

— Puedes decir lo que quieras, pero ya lo hicimos y está hecho. Ahora si me disculpas, debo empezar con esto —mostró la ropa que, supongo, era su disfraz.

— ¡¿De qué te vas a disfrazar?!

— Ya lo verás —habló de espaldas, dirigiéndome una mirada de reojo.

(...)

— Bueno... No se ve tan mal —me miré al espejo una vez más y acomodé mi cabello.

<<¿Y si no...?>>

— ¡No, no! ¡fuera pensamientos negativos! No van a arruinar mi autoestima ni mi noche  —amenacé mi reflejo, con mi dedo índice —. Voy a ir y disfrutar cada estúpido momento con ellos. Esto no se repite dos veces.

Inspiré hondo, calmandome y salí del cuarto. Las chicas ya se habían adelantado hace rato, por lo que, solo quedaba yo.

A medida que me acercaba al gimnasio, se oía la música retumbar. Mis manos empezaron a sudar y por alguna razón, mi cuerpo temblaba. Mi piel estaba de gallina.

<<¡¿Por qué estoy nerviosa?!>>.

Negué de un lado a otro y abrí las puertas con una sonrisa.

Varias miradas se posaron en mí.

— ¡Arami!

Sonreí en respuesta.

— ¡¿Qué es ese disfraz?!

Mundo invertido || Haikyuu y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora