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Arami

— Quiero muchas muchas naranjas —hablé mientras colocaba más y más en la licuadora.

— Al menos deja un poco...—respondió divertida, Kaori.

Me limpié las manos, puesto que estaban llenas del jugo y era pegajoso.

— Iré a buscar a las chicas —estas asintieron y me marché.

Con mis manos agarradas detrás de mi espalda, observaba todo y con lujos detalle. Es fascinante estar en este mundo... Es tan real y fantástico. Y no solo eso, conocí a casi todos los personajes de Haikyuu ¡Y ellos me conocen! Podría decirse que soy la waifu de la mayoría y eso era un premio doble. Era mejor que toda la comida o premios del mundo. Mis amores me conocen tanto como yo a ellos, y están tan obsesionados como yo con ellos.

Reí por mi último pensamiento.

Al doblar en una esquina abrí y cerré mis ojos varias veces. Esto no puede ser. Esto es... ¡Wow!

— ¡¿Ch-Chicas?!

Estas se separaron rápidamente y voltearon a verme. Pude notar como pasaron saliva con dificultad.
Las encontré demasiado cerca. Shimizu la miraba con ternura y acariciaba su mejilla, mientras con su otro brazo la abrazaba. Yachi, miraba el suelo avergonzada.

— ¡¿Son pareja?! ¡¿Se gustan?! —me acerqué sin contener mi emoción — ¡Oh dios! ¡He visto tantos ships de ustedes! ¡Y es real!

Fruncieron el ceño.

— ¿Nuestro...?

Asentí.

— Aunque bueno tú... —miré a Kiyoko.—. Como sea, ¡Estoy tan feliz por ustedes! —tomé sus manos.

— __(tn), baja la voz por favor...

— N-Nadie sabe —añadió la rubia, con timidez.

— Queremos que siga así —me miró—, en secreto.

Asentí y solté sus manos, levantando mi mano izquierda y con la derecha colocandola en mi corazón.

— Su hermoso y lindo secreto está guardado conmigo.

Estas rieron sutiles.

— Gracias.

— No hay de que. Pero deberían tener cuidado,  así como yo lo descubrí pueden haber otras personas.

— Lo sabemos. Gracias por preocuparte —dijo Shimizu, con tranquilidad y una amable sonrisa.

— ¡Estoy tan feliz por ustedes! —las abracé.— Es mi sueño.

Volvieron a reír.

(...)

Estiré mi cuerpo mientras avanzaba.

Sigo sin poder creer que fui testigo de ese hermoso momento de mi vida.

— ¡__(tn)! —miré a Shoyo y le sonreí.

— ¡¿A dónde vas?! ¡¿Te puedo acompañar?!

— ¿No estas en horas de entrenamiento?

Negó.

— Estamos en un descanso. Quise ir a verte pero no estabas con las chicas de Fukurodani entonces empecé a buscarte como loco por todo el lugar hasta que te encontré —explicó.

Reí.

— Bueno... En realidad también te buscaba por otro asunto... —murmuró tímido.

Lo miré, incitandole a que siga.

— ¡También te buscaba porque quería verte!

Reí nuevamente—: Ya me lo dijiste, Shoyo.

Pasó saliva y sus mejillas se tornaron rojizas al oír su nombre ser pronunciado por mi.

— Ka-Kageyama y Tsukishima se estaban burlando de mí y yo me enojé mucho.

— ¿Que te decían? No les des atención, solo lo hacen para molestarte.

— Decian que nunca iba a lograr besarte pero yo les dije que eso era imposible, porque no eres más alta que yo.

Sonreí de lado.

— Gracias por recordarmelo.

— ¡No quise decirlo así! ¡Agh! —golpeó sus mejillas—. Me retaron a que te bese.

— ¡Ah! ¿Quieres un beso mío? —asintió.— Hinata, si lo quieres deberías haberlo hecho. No me voy a eno- —pegó sus labios a los míos. A los segundos se separó.

— Who...Who...¡Whoooaaaaah! —soltó totalmente feliz. — ¡¿Puedo hacerlo de nuevo?! ¡¿Puedo puedo?!

Asentí riendo. Este tomó mis mejillas y me acercó, volviendo a unos nuestros labios. Eran calientes y suaves...

— Espera —me separé—. Apestas.

Este se olfateó.

— ¡Agh! ¡Maldito cuerpo! ¡Maldito sudor! ¡Arruinaste mi momento! ¡Maldita sea! —me miró— ¡Perdona!

Negué.

— Solo ve a ducharte.

Asintió feliz y luego me abrazó sin perder un segundo.

— Gracias. De verdad. Me acabas de hacer el chico más feliz de todo el mundo, __(tn). Me gustaría volver a besarte todos los días. Eres fantástica y hermosa. No puedo creer que te tengo aquí...__(tn). Mi corazón hace pam pam. ¿Esto es real? Lo es, ¿Cierto?—murmuró en mi oído.

•••
¡hola  y adiós!
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Mundo invertido || Haikyuu y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora