51

15K 1.8K 1.3K
                                    

Arami

— ¿Crees que podamos continuar lo dejado...? —susurró con voz ronca en mi cuello. Me encontraba acorralada entre la pared y su anatomía, su fuerte... anatomía.

— Si no tuviera ayuda extra corriendo por mis venas que a todo lo que me preguntan dice: sí. Te diri-

— Wow, wow —se separó rápido, mirándome con preocupación —. Espera un segundo, Arami. ¿Estás... estás ebria?

<<¡Rayos! ¡Yo y mi bocota!>>

Negué de un lado a otro con euforia.

— ¡No, no!

— No voy a tocarte si lo estás. Vamos por algo-

— Yuuji, no lo estoy. Créeme. Fue una broma —reí y lo volví a tomar de sus brazos, atrayendolo—. Si lo estuviera no podría hablar. Solo estoy tomando un poco más del coraje que necesito hoy.

— Eso no suena seguro.

Tomé su rostro con mis manos, obligando a mirarme.

— Creeme. Si lo estuviera no haría esto —y sin más, nos besamos como aquella vez.

Yuuji está vez fue un poco más... emocionado en el beso. Sus manos recorrieron todo mi abdomen y espalda hasta posicionarse en mis muslos.

Nos separamos por un ruido.

— ¡Oh, lo-lo-lo-lo siento! ¡n-no quise interrumpir nada!

Reí interna al ver tan nerviosa a la rubia. Con Yuuji nos miramos y estallamos. Había arruinado el momento, habíamos conseguido un ambiente tan... excitante y oportuno que dudo que pueda recuperarse. Se separó de mí y extendió su mano, me miró con esa sonrisa provocativa pero arrogante.

— ¿Quisiera ir a bailar conmigo mi bella reina del Egipto?

Tomé su mano.

— Por supuesto, faraón. Pero recuerde que soy una diosa griega, tengo un rango mucho más alto que usted.

— Mis disculpas. La trataré como se debe —sonrió pícaro, colocando su mano en mi cintura, uniendo nuestros cuerpos nuevamente.

Reí y me alejé.

— Vamonos de una vez, idiota.

— ¡Oye! ¡no me digas idiota! Me lo creo... —furfulló. Reí a carcajadas, se veía como un pequeño niño.

— Adelantate. Quiero ir al baño— dio vuelta marchándose.

Me encogí de hombros y en cuanto abrí la puerta alguien más la quiso abrir del otro lado, encontrándome cara a cara con el profesor, o más bien, Kuroo. Sonrió al bajar su vista y encontrarse conmigo.

— Bueno, hola pequeño fantasmita. No te vi en toda la noche —soltó—, ¿ocupada?

— Uhm... Algo así. ¿Sabes dónde está mi profesor? Necesito que me enseñe unas cosas sobre reacciones químicas —actué.

Una sonrisa juguetona apareció en él.

— Con gusto puedo ayudarte en eso, pequeña alumna. También debemos hablar del reglamento de la vestimenta —me comió con la mirada de arriba a abajo. <<¿Es demasiado si salto a tus brazos?>>.

— Kuroo, Tor- oh. Arami —dijo al visualizarme. Sonreí saludando.

— Hola gatito.

Corrió la mirada.

— N-no soy un gatito.

Reí.

(...)

— ¡¿En serio puedes hacer eso por mí?!

Mundo invertido || Haikyuu y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora