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Oikawa

Mi corazón empezó a palpitar más rápido de lo normal y la sangre circulaba por todo mi cuerpo el doble de velocidad. <<Por favor. Que no circule ahí...>>

Tragué duro y me acerqué hacia esta. Noté que varias miradas se detenían en aquella figura femenina, ¿Como no iban a hacerlo? Es demasiado hermosa.

Al verme se acercó hacia mi a paso apresurado.

— ¡Oikawa! —habló en un tono dulce y emocionado. Deduje que estaba sonriendo por sus ojos los cuales se achinaban.

— Quisiera verte sonreír sin esa cosa molesta...—murmuré. Esta inclinó su cabeza, dándome a entender que no había escuchado lo que dije. Sonreí despreocupado —. Nada, solo dije que te veías bien hoy.

Esta asintió feliz.

— Tú también. Es raro no verte con el uniforme del Aoba pero te ves de igual forma guapo —levantó su pulgar.

Reí enternecido.

— Bueno, ¿Vamos? Tenemos mucho que comprar si te vas a quedar aquí.

Asintió y empezó a caminar a mi lado.

— Ah, cierto. Quería preguntarte... ¿Piensas quedarte aquí? ¿Verdad? ¿No vas a irte de mi lad- quiero decir, de este mundo?

— Uhm... No, bueno, sí, es decir... No sé. Sigo sin entender cómo es que logré llegar aquí en primer lugar y, así como llegué sin saber ni tener la noción puedo irme de la misma forma, ¿Sabes? Tal vez pueda irme en este mis-

— ¡No! —la abracé— No te vayas aún... Quier seguir disfrutando de tu compañía. Quiero seguir disfrutándote.

— T-Tooru —me alejé veloz al escuchar mi nombre. Mi rostro estaba rojisimo, estoy seguro de ello.—. Solo fue un decir, tranquilo —rió tranquilizandome—. Lo que quiero decir es que no sé. ¿Y si esto es un sueño? ¿Y si todo esto es pura fantasía de mi cabeza?

Me quedé en silencio.

Me hizo dudar de mi propia existencia ahora. ¿Y si tiene razón? ¿Y si...Todo esto es un sueño?

— ¿Hola? ¡Tooru!

Moví mi cabeza, saliendo de mis pensamientos.

— Casi te pierdo, ¿Eh? —se burló.

— Nunca —sonreí coqueto.

Esta rodó los ojos y miró al frente.

— Ahí. Entremos ahí.

Asentí.

Me ofrecí a acompañarla a comprar ropa ya que, usaba solo la que aquella mánager rubia de Karasuno le prestaba. Ahora que tiene trabajo, quería comprarse y yo, sin desaprovechar la oportunidad, me ofreci como acompañante. Invité a Iwa con un mensaje diciéndole ".", pero como no respondió no pude invitarlo... ¡Hice el intento!

(...)

— ¿Que tal este? ¿No crees que es muy ajustado?

Salió del probador, mostrándome el pantalón.
Tragué duro.

— S-Sí. Quizá... Un poco...Aju-Ajustado.

— Lo sabía —golpeó su puño en su mano. Llamó a la empleada amablemente y pidió un talle más.

Suspiré.

No de cansancio, claro que no, si no... ¡¡Porque ella es demasiado linda!! ¡Los gestos que hace al salir del probador! ¡Su hermosa forma de ser me vuelve totalmente loco! ¡Y verla con todo tipo de ropa y ser el primero hace que mi mente vaya a mil!

— Eres muy atento por esperar y acompañar a tu novia.

Miré a la empleada y sonreí gustoso. <<Novia... Sip. Eso suena bien>>.

— ¿Ella está enferma o algo?

— Oh, sí. Sí, sí.

— Ah, lo lamento. Espero que se recupere pronto.

Sonreí agradecido hacia la jovencita.

(...)

— No hacía falta que pagues eso último por mi... Y encima, esta pulsera.

— Oye, solo quería hacerlo y ya —dije mirándola.—. Solo acepta el regalo y con eso soy feliz.

— Hmph... Está bien, Oikawa.

— Escucha... ¿Te acuerdas lo que hablamos?

Sentí sus ojos en mí, no me atreví a mirarla. Estaba reuniendo coraje.

— ¿Lo de las nacionales?

Negué. <<Mierda. Eso no, __(tn), eso no>>

Pasé saliva e inspiré hondo.

— ¿Ese es Yuuji...? —entrecerró sus ojos para observar a un chico que se encontraba frente nuestro.

— Lo de si esto es un sueño...—me apresuré a decir, para quitarle la atención de aquel muchacho y que solo se concentre en mí.

— ¡Aaah! Sí, ¿Por qu-

Al instante, puse mis labios en los suyos bajando la tela que se interponía entre nosotros.

Mi corazón empezaba a acelerarse y tenía demasiado calor en todo mi cuerpo y exclusivamente en mi cara. ¿Por qué estoy así? He estado con miles de chicas antes... Pero, nunca con __(tn). Nunca fueron ella.

Separé lentamente y con algo de molestia, puesto que no quería dejar sus labios de los míos. Podría haberla pellizcado pero... Esto era muchísimo mejor. Estoy seguro de eso.

Reí interno. Si mi sobrino me viera ahora me diría un donjuán...

— Con esto, estoy seguro de que no es un sueño, Arami. Acabo de comprobar que esto, es real. Tú eres real.

•••
¡hola y adiós!

Mundo invertido || Haikyuu y túDonde viven las historias. Descúbrelo ahora