Capitulo 4

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Estaciono mi auto frente a mi casa, al bajar veo que el auto de papá está aquí. Es raro ya que a esta hora debería estar trabajando, pero de igual manera me alegra, tengo muchas cosas que decirle y pedirle.

Troto hacia mi casa y abro la puerta con mis llaves, subo rápido las escaleras y entro a la oficina que papá tiene al lado de su habitación. Ahí lo encuentro sentado en su escritorio mientras revisa unos papeles, me mira.

—Papá, tengo que decirte unas cosas que tienen mi cabeza hecha un lío —informo cerrando la puerta, me siento en la silla que está frente a él.

—Que bueno que hayas llegado, yo también tengo cosas que decirte —entra los papeles en una carpeta.

—Te escucho —digo, él busca en las gavetas de su escritorio y saca un sobre amarillo.

—Estuve investigando lo que me pediste y aquí está el resultado —oh oh.

—¿Qué es? —Tomo el sobre en mis manos.

—Fotos —lo abro y lentamente saco la primera foto, antes de voltearlas lo miro y me da un asentimiento.

La volteo y cuando mis ojos detallan a los dos chicos en la foto mi corazón salta de alegría y todo el desorden de mi mente se organiza.

—¿Son ellos cierto? —Pregunto en un susurro.

—Así es —miro más de cerca la foto en la que salen Hairon y Nay. Mi pequeña, joder, sabía que era ella.

La vi de espaldas y sentí conocerla, la vi de lado y sentí conocerla, pero cuando la vi de frente, pude apreciar sus bellos ojos, esos ojos tan lindos que deben estar cansados de dejarme sin sueño.

Por fin mi mente y corazón están de acuerdo, involuntariamente en mi rostro se forma una sonrisa, es increíble que ella nuevamente sea el motivo de mi felicidad.

Creí que la había perdido para siempre, pero no, la vida me está dando otra oportunidad de conquistarla y hacerla mía.

—Lo sabía, sabía que eran ellos —digo mientras miro la foto aún sonriendo.

—¿Qué sabías? —Miro a papá, en su rostro hay una pequeña sonrisa y sé que le alegra verme feliz.

—Esto, eso era lo que iba a decirte, a ella y su hermano los vi, ambos estudian en la misma escuela que yo —le explico—. Comparto clases con él, con ella no porque al parecer está en otra área, pero lo importante es que estamos en la misma escuela, por fin la he encontrado y lo mejor de todo es que está más cerca que nunca —termino de hablar con una estúpida sonrisa en el rostro.

Se levanta de su silla y se para frente a mí, yo también me levanto y alzo un poco la vista ya que él es más alto.

—Sé lo importante que es esta niña para ti, por eso quise ayudarte —pone sus manos en mis hombros, mi sonrisa crece aún más—. Tu madre se volverá loca cuando lo sepa —se ríe.

—¿Dónde está ella?

—En el supermercado —mira su reloj—, debo ir a buscarla si no quiero que me mate —explica sonriendo. Me hala y me abraza, le correspondo el abrazo sintiéndome agradecido con él.

—Gracias, papá —le agradezco, se aparta y me mira.

—Mi trabajo ya está hecho —palmea mis mejillas—. Ahora te toca a ti conquistar a la chica.

—Por supuesto, no espere tanto tiempo para que llegado el momento quedarme como idiota.

—Así se habla —topa sus bolsillos y un sonido de llaves se escucha—. Debo irme, no me conviene que tu madre me llame.

Un amor inolvidable |#2|✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora