Capitulo 3

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Desayuno en silencio mientras mis padres conversan, admito que me levanté con el pie izquierdo.

—Axel —escucho la voz de mamá y volteo a verla—. ¿Cómo te fue en tu primer día? —Alzo mi dedo pulgar, ella me mira raro.

—¿Estás bien? —Pregunta esta vez papá, afirmo con la cabeza.

Me levanto de la silla y agarro una de las manzanas que hay sobre la mesa.

—Nos vemos más tarde —me despido y salgo de la cocina, cuando estoy en la puerta me detengo.

Desde que empecé a tener amigos y socializar, desde que tengo mi propio auto y mucho antes de eso nunca he salido de mi casa sin despedirme de mis padres. Aunque yo pensé haberlo hecho una vocecita en mi cabeza me grita que está mal, así no es como yo me despido y estoy desquitando mi mal humor con ellos.

Me devuelvo y entro a la cocina, veo a mamá de espaldas a mí parada a un lado del fregadero y me acerco a ella bajo la mirada de papá.

—Lo siento —me disculpo envolviendo uno de mis brazos por su cuello, ella se sobresalta.

—Sabía que volverías —dice apretando mi brazo, se aparta un poco y me mira—. Te levantaste con el pie izquierdo —suelto una risita.

—Más o menos —respondo, beso su mejilla y camino hacia papá, él alza una de sus cejas y yo hago lo mismo, se ríe.

—No voy a preguntar —informa palmeando mi cabeza.

—Lo agradezco —choco mi puño con el de él y esta vez si salgo de la cocina.

—¡Que te vaya bien! —Escucho que me grita mamá cuando estoy en la puerta.

—¡Gracias! —Respondo de vuelta, la abro y la cierro.

Camino hasta mi auto y entro, tiro mi mochila al asiento de copiloto. Enciendo el auto y conduzco con una mano mientras con la otra como mi manzana.

Unos quince minutos después llego a mi destino, a la hora adecuada sólo porque no pasé a buscar al idiota ese. Agarro mi mochila y salgo del auto, del estacionamiento camino hacia la puerta principal de la escuela y me detengo al lado de una pared.

Veo a la chica de ayer conversar con el chico de cabello oscuro que vi en el salón, desde acá no puedo ver el rostro de ella porque me está dando la espalda, pero si veo el de él, tiene cara de estar rogando. Le dice algo y luego la abraza, segundos después ella le corresponde.

En toda la noche no dejé de pensar en lo que pasó ayer, esa chica no salió de mi cabeza. Aunque parezca tonto, una parte de mí dice que es ella, pero la otra parte un poco más razonable dice que no. Todo es posible y yo necesito salir de dudas.

Se apartan y ambos caminan a la escuela mientras ella parece que busca a alguien con la mirada, seguro siente que la estoy viendo, lastima que la distancia no me permite ver el color de sus ojos. Recuesto mi espalda de la pared cuando los pierdo de vista.

En caso de que sea ella, ¿quién es él? ¿Su novio? No sé porqué me decepciona que pueda serlo, tal vez la parte idiota de mí pensó que ella me recordaría y me esperaría toda una vida, así como en los muñequitos.

Quizá sea su hermano, mi memoria está lo suficiente bien como para recordar que tenía un hermano, lo recuerdo bien, lo suficiente como para saber que yo era amigo de él. Pero no puede ser él, su hermano tiene la misma edad que yo, por lo tanto, debió salir de la escuela el año pasado. Yo también debí hacerlo pero perdí un año, luego del accidente tuvimos que mudarnos y ese año escolar lo perdí.

Vamos, estoy sacando conclusiones apresuradas, ni siquiera estoy seguro de que son ellos.

Esta vez si voy a la entrada y camino a mi salón, allá veo a Manuel sentado con sus brazos sobre la mesa y me siento a su lado.

Un amor inolvidable |#2|✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora