Al entrar a la cocina, mis padres me miran sospechosos.—¿A que debo tanta alegría?—pregunta mamá, me acerco a ella y beso su mejilla; choco mi puño con el de papá.
—Es mi humor de todos los días—respondo sentándome junto a papá y lo miro. Es raro que esté aquí a esta hora.
—Algo me dice que ese humor de hoy tiene nombre y apellido—canturrea mamá.
—Ese algo también me lo dice—le dice papá—, una chica de tez clara, ojos grises, pelo negro, amante a los dinosaurios y que se robó el corazón de mi hijo—me mira—, se llama Nayrelis si no me equivoco.
—Me descubrieron—levanto mis manos en señal de paz.
Papá estira uno de sus brazos y los pone sobre mi hombro. Mamá se acerca con dos tazas de café, le pasa una a papá y ella se sienta frente a nosotros. Su mirada va a mi rostro y detiene el café que iba a su boca.
—¿Por qué tienes cara de recién levantado?—interroga, no pensé que una siesta de un par de minutos se notará.
—No lo sé—me levanto del taburete—, ¿seguro porque estaba durmiendo?—sonó más como una pregunta. Ambos me miran raro; yo aguanto las ganas de reír.
Salgo de la cocina y subo las escaleras. Cuando llego a mi habitación me tiro en la cama y sonrío.
Recuerdo todo lo que ha pasado y siento a mi corazón acelerarse. Ella con su dulce sonrisa, sus manos en mi cabello que enviaron choques eléctricos por mi cuerpo, su aroma y su cercanía.
Siempre he creído que ella tiene cierto control sobre mí, lo he comprobado cuando sus manos en mi cabello no me molestaron, me quedo más que claro cuando me dormí en sus piernas.
Al despertar vi sus ojos y sus labios me sonreían con timidez.
Me muevo sintiendo algo duro debajo de mi cabeza, a un lado de esta siento algo caliente pero a la vez suave.
Abro mis ojos por completo y me encuentro con los de ella, sus rizos caen a los lados de su cara como una cortina, sus labios se entreabren un poco y forman una pequeña sonrisa en ellos. No sé en qué pensó, pero sus mejillas se tornan un poco rojas, es tan tierna.
Ella aparta la mirada de la mía mientras muerde sus labios, quisiera ser yo quien esté haciendo eso. Joder, hasta me parezco a Manuel.
—¿Dormiste bien, bello durmiente?—rápidamente, giro mi cabeza al lugar del que salió la voz, ¿acaso lo invoqué?
No respondo, nuevamente vuelvo a sentir su toque en mi cabello que me hace cerrar los ojos.
»No es por interrumpirlos, pero debemos irnos—vuelve a hablar, el ratito ese.
—Ya lo hiciste—reprocha ella, abro mis ojos y la miro.
Manuel dañando momentos desde la prehistoria."
La sonrisa en mi boca continúa, paso mis manos por mi cara y volteo sobre la cama. Apoyo mi cara entre la almohada, su exquisito olor llega a mi y me regaño yo mismo mentalmente.
Dios mío pequeña, ¿qué me has hecho?
🦕
Giro mi cabeza y veo a mamá que parada en la puerta.
—¿Qué sucede?—ella se adentra a la habitación.
—Necesito que vayas al súper.
—Pero mamá, ¿no ves que está lloviendo?—señalo la ventana.
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Un amor inolvidable |#2|✔️
Teen FictionUn amor de niños que nace con una mala mirada, pasa el tiempo, te vi llorar y al causante quise partirle la cara. Intente protegerte, quise ser fuerte, pero los problemas fueron más intensos que mi pequeña mente. Me olvidaste, ¿o es que acaso fingí...