Capitulo 10

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Antes de abrir la puerta de la casa, estornudo, debo quitarme esta ropa húmeda o me voy a enfermar.

Abro y me adentro a esta, camino directamente a la cocina preparándome mentalmente para el regaño de mamá. Aún afuera escucho voces, la de ella y la de papá.

Ella está dándome la espalda y papá él frente, parecen que discuten algo, además, él se ve preocupado.

—¿Qué sucedió?—pregunto llamando la atención de ellos.

—¿Por qué tardaste tanto?—pregunta mamá acercándose a mí, pero no deja que responda—. No importa—quita las bolsas de mis manos, algo no anda bien.

—¿Me dirán que sucede?—me adentro más a la cocina.

—Es tu abuelo—dice mamá—, está en el hospital—me quedo callado procesando lo que dijo.

Es obvio que habla de mi abuelo paterno. Miro a papá y él me da un asentimiento.

—¿Qué le pasó?—me acerco a él, siempre he sido muy cercano a mi abuelo y tengo entendido que es un hombre sano.

—Al parecer tuvo un ataque cardíaco, aún no sé el motivo porque no me dieron muchos detalles—explica.

Paso una mano por mi cabello sintiendo preocupación, él es un hombre fuerte aunque mayor. Compartí mucho con él cuando vivía en el otro estado y de todos los familiares de mi padre, él y unos cuantos más son los únicos que paso.

—¿Por qué estaban discutiendo?—interrumpo el silencio, ellos dos comparten una mirada y mamá habla.

—Tu padre irá para allá ahora pero no quiere que yo vaya—miro a papá, está sentado en uno de los taburetes y parece que piensa algo.

Entiendo que mi papá no quiere que vaya, el camino de California a Washington es bien largo en avión, ahora imaginen en auto.

—Es entendible, mamá, es más de un día yendo en auto—le digo, ella suspira como si está cansada.

—Tu abuelo está aquí en California—la miro confuso—, se ha estado quedando unos días con Clarissa y ella fue quien le aviso a tu padre y a los demás—responde mamá.

—¿Está en Los Ángeles?—Ella afirma con la cabeza, yo me pongo a pensar.

—De todos modos, Laura—miro a papá—, el camino es largo, son casi siete horas.

Papá intenta convencerla, ella lo mira con desaprobación, casi da risa.

—Yo quiero ir—informo, Alex aparta la vista de su esposa y me mira.

—¿Y dejar a tu madre sola? Ni lo pienses—se niega, camino unos pocos pasos y me detengo frente a él.

—Que venga también—él niega.

—Mi padre estará bien, no es nada que no se pueda controlar, no es necesario que ninguno de ustedes vengan—responde tajante.

Miro a mamá y su mirada refleja preocupación.

—Por favor, sabes que el abuelo es muy importante para mí, quiero ir a verlo—suplico,  y más teniéndolo tan cerca. Él mira mis ojos que les devuelven la mirada suplicante, parece debatirlo consigo mismo y termina soltando una gran respiración.

Un amor inolvidable |#2|✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora