Sin duda alguna decirle al maestro que no me sentía bien fue una mentira piadosa.Luego de unos largos minutos sentado sólo, tratando de sentir la paz del lugar, siento la presencia de alguien más cerca de mí. Sé que es ella por su olor pero de igual manera abro mis ojos y me quedo con la vista fija al frente.
Nos quedamos en silencio, ninguno dice nada pero puedo sentir su mirada en mí.
El abuelo me llamaría cobarde si viera como me quedo callado y no inicio un tema de conversación.
—¿Qué tanto piensas?—ella acaba con el silencio.
¿En qué estoy pensando? No lo sé, quizá sólo trato de ordenar mi mente.
—Pienso en lo complicada e injusta que es la vida—fue lo que me salió decir; complicada por todos los jodidos problemas e injusta porque no he podido recuperar mi sueño perdido.
De reojo la veo moverse, toma mi brazo y me pega a ella. Sus brazos rodean mis hombros, su maravilloso olor me invade y termino abrazándola de vuelta.
Como que se le está haciendo costumbre abrazarme de imprevisto, y...me gusta.
—Mamá siempre dice que un abrazo lo soluciona todo—la escucho susurrar y sonrío, más que el abrazo creo que es ella
—Tú mamá tiene razón pero no sólo es el abrazo, también es la persona—ninguno dice nada, escucho el ritmo de su corazón y siento una pequeña molestia en mis rodillas por la posición en la que estamos.
»No es que me queje de que me tengas abrazado pero creo que estoy algo incómodo—ella me suelta y vuelve a su puesto.
Pienso en lo que quiero hacer durante unos pocos segundos y cuando vine a darme cuenta, ya tenía mi cabeza sobre sus piernas.
Miro hacia arriba, ella me devuelve la mirada y parece algo nerviosa, no incómoda, nerviosa. Sus ojos se encuentran con los míos y le doy una pequeña sonrisa.
—Así está mejor—digo, ella sonríe con la boca cerrada—. Gracias por el abrazo—agradezco pero ella no dice nada.
El silencio que se forma en el lugar me hace cerrar mis ojos, impacientemente espero que ella lleve su mano a mi cabello hasta que lo siento, nuevamente siento su suave toque que me encanta y me hace relajarme.
Sus dedos se mueven de manera suave y lenta sobre mi nuca, siento un hormigueo cada vez que sus dedos me acarician, se siente tan bien y me provocan tanta tranquilidad.
La niña sentada frente a mi es tan pequeña y luce tan frágil, ¿por qué siendo una necesidad de cuidarla? ¿Por qué me enoja verla llorar? ¿Por qué me molesta verla jugar con otros niños que no sean su hermano o yo?
—Mira gato, termine primero que tú—ella sonríe orgullosa de haber terminado su comida primero que yo, miro mi plato que tiene toda la comida, estaba más concentrado viéndola comer que comiendo.
—Si sigues comiendo así serás una niña fuerte y tal vez crezcas—ella se cruza de brazos luego de escucharme decir lo último, su cara está todo sucia por la comida, se ve muy graciosa.
—Voy a creer, veras que seré más grande que tú—me saca la lengua, no me la saca porque aún la tengo en la boca.
—Eso quieres decir que dejarás de ser pequeña, pero ya no podré llamarte así entonces—le digo, ella me mira un poco triste.
—Ya no quiero crecer, quiero que siempre me digas así—sonríe súper amplio, a mí me encanta verla sonreír.
Muevo mi cabeza un poco, ¿acaso estaba pensando, recordando o me quedé dormido? Es raro, siento sueño pero no quiero dormirme.
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Un amor inolvidable |#2|✔️
Novela JuvenilUn amor de niños que nace con una mala mirada, pasa el tiempo, te vi llorar y al causante quise partirle la cara. Intente protegerte, quise ser fuerte, pero los problemas fueron más intensos que mi pequeña mente. Me olvidaste, ¿o es que acaso fingí...