Te mereces el Oscar

200 11 0
                                    

Mariana 

 Abro la ducha y dejo que el agua envuelva todo mi cuerpo, desde mi cabeza hasta mis pies. Noto el calor de las gotas de agua penetrando en ella y parece que me vaya a explotar en este mismo instante. Rápidamente cambio el sentido y noto escalofríos en mi cuerpo por lo congelada que está. 

 Necesito pensar, necesito pensar que estoy haciendo y que es lo que realmente quiero. 

Llevo varios días intentando centrarme en disfrutar de los pequeños placeres de la vida. 

Café por la mañana con cigarro en mano. Portátil a mi lado, pero sin necesidad de trabajar. Estudiar, estudiar y estudiar. Este fue y será siempre uno de los grandes placeres de mi vida, aprender.

Les costó tanto a mis padres construir una vida para mí y mi hermana que no podría estar más agradecida con ellos. Gracias a ellos he tenido la oportunidad de tener a mi alcance todos los estudios a los que he optado. La información es poder. Esta frase me identifica tanto.

Tengo grandes metas para mi misma en la vida, y poco a poco noto que en estos momentos de grandes cambios a nivel mundial, conseguiré a base de mi trabajo grandes cosas.

 - ¿Mari estas bien? Me gustaría hablar contigo, avísame cuando termines por favor. - escucho su voz tras la puerta del baño. 

 -Sí todo ok no te preocupes, salgo en un rato. 

 Aquí está él, de nuevo distrayéndome de todo lo que me ronda por la cabeza.

Mi distracción más dura y a la vez más tierna. 

Intento no rendirme a sus pies, no perderme por él, pero tanto tiempo juntos me está creando una adicción poco sana para mi pensamiento.

 Llevo días agobiada tras darle vueltas constantemente a lo mismo. ¿Qué me está pasando?

Siento que mis prioridades han cambiado desde que le tengo cerca, y me siento rara conmigo misma. Reconozco que el empezar a hacer deporte de nuevo me ha ayudado a des estresarme
bastante y limpiar un poco mi mente de tantas preocupaciones, pero el problema es que aunque limpie esos pensamientos, las cosas son así, no puedo cambiarlas. 

 Tras vestirme y secarme el pelo ligeramente con la toalla, me acerco el teléfono para poner música. La sorpresa de mi cara al ver la cantidad de solicitudes que tengo en mí Instagram me deja bastante en shok, pero decido no caer en pánico, al fin y al cabo en algún momento pasaría esto, corría con este riesgo dejando a Michele entrar en mi vida, así que tendré que afrontarlo de la mejor manera posible. 

Rechazo algunas invitaciones de Instagram y dedico un rato a contestar algunos Whatsaps, entre ellas de mi amiga Rocío, con la que he empezado a trabajar en varios proyectos de marketing para la venta y el alquiler de pisos de lujo en Dubai. 

La llamo y charlamos un rato, y me percato que tengo algunas llamadas perdidas de Oscar y leo  su mensaje de whatsap "La niña esta bien, no te alteres por mis llamadas, pero llámame lo antes que veas esto, necesito hablarte". Me decido por llamarle y tras hablar con él voy junto a Michele, que se encuentra cocinando. 

-Hum, huele uy bien, ¿no era que te tocaba hacer la cena en lugar de la comida? Me iba a poner ahora miso tras darme la ducha. - le digo mientras introduzco un dedo rápidamente en el plato de comida que ha preparado y lo saboreo lentamente metiéndolo en mi boca. 

- No hagas eso - me dice mientras frunce el ceño. 

- ¿El que? ¿Probar la comida? - le digo sorprendida y a la vez divertida. 

- No, no metas el dedo en la comida, es asqueroso, y no te lo chupes de esa manera, es obsceno. 

¿Enserio? ¿Enserio acabo de escuchar eso? Mis oídos no dan crédito a su frase. ¿Pero que narices le pasa  a este chico ahora? ¿Por que me habla con ese tono y por que me mira de esa manera? 

Lo que el destino te deparaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora