Freischwimmer

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-Con que caminar solo media hora eh, ya llevamos 20 minutos - dice Michele mientras se ríe y mira a Mariana.

-En realidad es un poco más, pero no quería que te asustaras y recules antes de llegar. - le dice ella, centrada visualizando las pinturas y grafitis que tiene enfrente del largo tramo, que aún se conserva, del antiguo muro de Berlín.

-¿Un poco más? Pero si ya hemos pasado el museo Bode, y estamos justo en el East Side Gallery, ¿después que? ¿a donde me llevas? - le dice mientras camina a su lado contemplando sus andares.

-Vaya veo que traes los deberes hechos. ¿Ya has visitado esta zona no? - le dice ella sin parar de caminar. Dejando lo a unos pasos atrás.

-Si, me encanta, muchas de las pinturas me identifican mucho. - contesta mientras la alcanza acelerando sus pasos - Pero no he llegado a ir más allá, así que no tengo idea aún de cual es el lugar donde de nuevo me voy a enamorar - la mira de nuevo y se queda parado al ver que ni siquiera le está mirando.

-Ven - le dice ella girándose y viéndolo parado, se acerca y estirando de su mano sonríe - vamos a cruzar el río. 

Empiezan a cruzar por el puente de Oberbaum y Mariana frena.

-¿Hemos llegado? Porque podría perfectamente enamorarme aquí y justamente ahora - le dice él contemplando la preciosa vista que tienen delante, con el río Spree a sus pies y los pequeños edificios de las calles del antiguo Berlín rodeándolo

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-¿Hemos llegado? Porque podría perfectamente enamorarme aquí y justamente ahora - le dice él contemplando la preciosa vista que tienen delante, con el río Spree a sus pies y los pequeños edificios de las calles del antiguo Berlín rodeándolo.

Ella mientras, contempla la vista, cierra los ojos y sonríe para sí misma al refrescarse con las ventadas que golpean su cara.

Aquí estoy, de nuevo con él ¿y pretendo decirle que se mantenga alejado de mi? piensa Mariana "¿Como puedo decirle algo así cuando en realidad quiero todo lo contrario?".

- No has dicho apenas nada en todo el camino ... - le dice él tras varios minutos en silencio, con la mirada centrada totalmente en la vista.

Mariana se siente apenada por como ha evolucionado la mañana, decepcionada de su propia actitud. Todo iba mal. Porque en el fondo, todo este tiempo, él la había ignorado y justamente este ultimo mes se habían tornado las papeletas, pero es que resistirse a Michele, se le hacía complicado, y más aún teniéndolo tan cerca. ..

-Siento como he reaccionado antes en el coche. No pretendía gritarte ni incomodarte. - se anima y escupe con pavor estas palabras mientras lentamente posa su mirada en él.

-Yo no pretendía molestarte, solo estaba bromeando - contesta dulcemente separando su vista del agua, para cortar un poco el ambiente tenso que llevan arrastrando desde que han empezado la caminata.- En realidad, nunca he pretendido molestarte Mariana, pero se que sigues herida por como me he comportado desde que me fui. Yo solo... no supe asumir las cosas y pensé que quizas era mejor hacerlo así... fue lo mejor que pude hacer.

Lo que el destino te deparaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora