4.-ROSTROS CONOCIDOS

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El camino a Los Ángeles se está volviendo un poco pesado, son pocas horas de viaje y aún así estoy muy nerviosa, es un lugar nuevo, en el que definitivamente no conozco a nadie, ni las calles, y lo más seguro es que me pierda —maldición ¿Porqué acepté?— Mi paga no era tan mala, me alcanzaba para subsistir, y ahora ¿qué voy hacer? Quizá muera de hambre, quizá no pueda pagar el alquiler —¿como voy a acostumbrarme a un lugar completamente nuevo?— mi nivel de inglés no es tan bueno, podría pedir indicaciones, pero soy mala para aprenderme las calles y seguir indicaciones para llegar a donde sea.

—Maldición, ¿Cómo voy a llegar a casa? —El miedo en mi rostro era evidente y por alguna razón no paraba de hablar sola.
—Disculpa, no pude evitar escucharte, ¿estás perdida?, ¿Puedo ayudarte con algo?
—¿Eh? Si, algo así —Siento que conozco a esta persona, ¿dónde la he visto antes?

—No tengas miedo, no voy a secuestrarte o asaltarte, ¿No eres de por aquí cierto?
—No, no lo soy, verás trabajo para una agencia de fotografía, video y organización de eventos que apoya a diferentes revistas —Le di la tarjeta de la compañía. —Sucede que ahora trabajo aquí, es la primera vez que vengo y tengo algo de miedo, no tengo idea de cómo llegar a casa.
—No te preocupes, ¿puedes decirme a dónde vas? Quizás yo puedo ayudarte.
—Claro —Le di la dirección del lugar donde se supone que viviré, por suerte, mi tío conoce a una persona aquí que pudo rentarme una casa.
—Mira que coincidencia, compartamos taxi, vivimos relativamente cerca y así te ayudo a llegar y pagamos menos. —Su sonrisa era radiante y especialmente encantadora, tenía ese aire desinteresado que te hace confiar rápidamente en las personas.
El viaje a casa lo definiría como largo o quizá me lo pareció a mí debido a mi falta de conocimiento de esta ciudad, en el coche no volví a cruzar palabra con esta persona, pero estoy 100% segura que la he visto en alguna lado, pero no logro recordarlo, últimamente me concentro tanto en el trabajo, que no pienso en otra cosa, quizá simplemente su rostro es típico y por eso me resulta familiar.
—Mira es aquí, revisa la dirección si gustas, espero haber podido ayudarte.
—Muchas gracias por todo, de verdad estoy muy agradecida, no tengo cómo pagártelo. —Dije sacando los bulleses de mi bolsa para pagar el taxi.
—No te preocupes, lo he hecho con gusto, ¡hasta pronto! —Se despidió de mí y yo pagué al taxista, el cual había bajado del auto para bajar la maleta.

—Quedan pocas personas que sean tan buena gente —pensé mientras me disponía a entrar a casa, ¡pero qué carajo! —Esto es muy grande —¿yo viviré sola en este lugar? Ida en mis pensamientos mientras entraba a casa llego a mi mente como un relámpago repentino que alumbra una lluviosa noche —¡LANA! —no me lo puedo creer, ¿Cómo es que no la reconocí antes?, me lleve la mano a la frente con completa incredulidad —vamos mujer, has visto sus vídeos, ¿cómo es que alguien como ella te pasa desapercibido?— Bueno, no es novedad, casi nunca me entero de lo que pasa alrededor, ya no importa, ¿debería como cualquier otra persona lo haría mandarle un Twit y agradecerle?, No, es muy problemático, dijo que vivía cerca, luego puedo buscar su casa, no hay necesidad que tanta gente sepa cuestiones personales. Mañana trabajaré así que supongo que me iré a dormir.
—¡Aah Que sueño!

Publicado: 23/08/2015
Editado: 19/06/2017

Tus ojitos me vuelven loco (Vegetta777 y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora