3.-UN NUEVO DÍA

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He viajado pocas veces en avión, me da un poquito de pavor que éste se desplome, se destroce y todos perdamos la vida calcinados en las llamas de la explosión o por la falta de oxígeno al caer a una alta velocidad explotándonos así la cabeza. Quizá me monté una película gigantesca en la cabeza y por pensar todo el tiempo lo mismo cuando me subo a un avión, quizá acabe sucediendo.

Al llegar a Kansas todo iba muy bien, de hecho de maravilla, estuve viviendo con mi prima y mis tíos, la mayoría de mi familia están ahí, validé y me dieron mi licencia, al principio creí que era una tarea imposible, pero al retomar mis estudios y estar trabajando un poco con mi pésimo inglés logré obtener esa bendita licencia; después trabajé un mes y me dijeron que no me necesitaban más, lamentablemente ya no podría trabajar en ese lugar, siendo sincera, me encantaba ese trabajo, para mí fue, no sé cómo explicarlo, me quede sin palabras, tragando en seco y completamente pasmada, creí que lo estaba haciendo bien.

—Señorita Aileen Samanta, lamentamos informarle que en esta compañía no requerimos más sus servicios, estamos agradecidos, por el arduo trabajo que ha prestado a lo largo de estos meses, pero sus habilidades no son acordes a este lugar. —No sabía si llorar o enojarme, me había esforzado tanto. —Por ello y como recompensa a su dura labor, hemos decidido promoverle, si usted acepta, claro, y desde ahora trabajara en California, será para nosotros un honor que a través de sus obras represente nuestra compañía.

Mi alma que había decidido abandonarme sin previo aviso volvió a mi y fue para mí un alivio escalofriante. Tan fría y calculadora como pude conteste.
—Disculpa un ¿asenso?- Dije intentando ocultar el nerviosismo y el miedo que esto me generaba.
—Si Sam, ¿no estas feliz?
—No podías sólo decirme, ¡felicidades!, te han promovido —Estaba un poco molesta con la asistente del jefe.
—Pierde emoción —¿Emoción? Veras la emoción que siento yo al estamparte contra el escritorio, unineurona.
—Okey —Dije alargando la primera y última vocal intentando no soñar sarcástica —Podrías decirme cuando comienzo?
—Oh si, eso, la semana próxima, te paso la dirección de la sucursal, es en Los Ángeles.
—¡¿Queee?! ¿Cómo diablos voy a conseguir un piso en Los Ángeles en una semana? —El enojo y el miedo comenzaban a salir y juntos conforman una sensación horrorosa.
—Sé que lo lograras, tienes amor por tu trabajo, solo preséntate, que de lo demás nos encargamos nosotros. —El pinchi amor no me da de comer. Comenzaba a frustrarme y aún ni salía de la oficina.
—No creo que me consigas un departamento. —Murmuré.

Publicado: 22/08/2015
Editado: 19/06/2017

Tus ojitos me vuelven loco (Vegetta777 y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora