Capítulo 24

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Todo era completamente oscuro, hacia donde corriera, ____ sólo veía oscuridad, ni siquiera podía ver las palmas de sus manos, sus gritos parecían no escucharse. Se puso de cuclillas en medio de la nada, abrazó sus rosillas asustada, jadeando por el cansancio de haber corrido tanto sin encontrar nada, sin sentir ninguna sensación, a demás del intenso frío que hacía allí.

"Ojalá me celaras más seguido, te ves realmente muy tierna poniendo esa cara..."
"Pídeme que sea tu novio"

Bakugo... eres un tonto...

-_____. – la llamó, entonces la chica abrió los ojos, a pesar de que la oscuridad seguía allí, ahora si era capaz de ver las palmas de sus manos, Bakugo la estaba llamando, la chica miró hacia todos lados para averiguar dónde estaba su rubio explosivo. – Si logras verme y decir "te he pillado", ganas el juego.

-No voy a perder. – la chica comenzó a correr con desesperación para saber donde estaba, entonces todo a su alrededor se hacía cada vez más claro, la chica se detuvo cuando el blanco a su alrededor comenzaba a brillar y a molestarle en los ojos, la chica se quedó parada, entonces el suelo desapareció y calló, calló a un gran abismo. Entonces una mano, tocando la suya, la despertó inmediatamente, la chica abrió los ojos, mirando el techo de una sala de hospital. – Te he pillado... - dijo la chica débilmente, pero esas manos... no eran las manos de bakugo, eran muy finas para ser de él. – Dónde está Katsuki...

-Cálmate, no está aquí aún. – dijo Todoroki ayudándola con los botones de la cama a sentarse tranquilamente, la chica lo miró, apenas podía moverse, un medico la comenzó a examinar. – Tienes que... escucharme primero.

-Qué pasa.

-Hace tres meses que estás en coma, ____. – dijo Todoroki haciendo que la chica perdiera el aliento. – Todos pensaban que habías muerto, no tenías signos vitales, y si los tenías, eran muy mínimos, después de algunas reanimaciones pudiste seguir respirando con ayuda de la máquina.

-Tres meses... - dijo la chica toando con delicadeza y débilmente la máquina que tenía sobre su boca y nariz, mirando con dificultad el tuvo que se dirigí a su estómago para poder alimentarla. Los padres de la chica llegaron, ambos llorando desoladamente. La chica se quedó allí, no podía hacer otra cosa, era muy poco lo que podía hablar, y casi nada su movilidad, a pesar de que sólo era cosa de tiempo para que se recuperara. Pero a pasaba el mes desde que despertó, Todoroki aún no le decía nada sobre Bakugo, y no lo había visto. – Dónde está Katsuki, Shoto, te lo he preguntado muchas veces y lo único que haces es evadirme.

-Bueno, sólo estarás hasta hoy por la tarde aquí, después de todo. – dijo el chico soltando un suspiro, la chica vió como los ojos del chico se llenaron de lágrimas, pero ¿por qué? La chica lo miró extrañado, y no pudo evitar pensar que a él le había pasado algo. – Yo... es decir... tú ¿ves esas flores que están sobre la mesa de noche? Se cambian dos veces por semana, el viene todos los miércoles y los domingos por la noche a cambiarlas y a traerte flores nuevas... pero él no quiere... le dije que habías despertado, pero dijo que... no quería... verte.

-¿Qué? – dijo la chica y sus ojos se llenaron de lágrimas, que bueno que ya no comía por el tuvo, porque seguramente se habría ahogado en ese momento. – No es posible, somos novios, él me dijo que yo le pidiera que fuera mi novio y... - la chica buscó en la mesa de noche hasta que halló los pendientes que él le había regalado. – Me dio unos... pendientes muy lindos, por qué el no... por qué.

-Es mi culpa. – dijo el chico llorando desconsoladamente. – Cometí un error, y ahora él no quiere escucharme, por favor, perdóname, sabía que por mi error serías tú quién terminaría sufriendo...

La Bella y el Tsundere {Bakugo Katsuki}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora