Capítulo 10

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-Últimamente están saliendo mucho - dijo Bakugo viendo como ambos se ponían de acuerdo para ir a pasear después de clases. Los había visto incluso el fin de semana juntos. – No me agrada eso.

-Pero fuiste el primero en besarla ¿no? – dijo el chico pelirrojo a su lado palmeando su espalda. – A demás, si ella no tiene nada que hacer, y tu no la invitas a hacer nada, entonces no tiene nada de malo que salga con Todoroki.

-No puedo salir, entreno durante mi tiempo libre. – dijo el rubio mirándolo molesto. – Qué quieres que haga, tengo que ser el número uno, y no puedo quedarme atrás sólo por salir a pasear.

-No pasa nada si no entrenas un día. – dijo el pelirrojo, Bakugo bufó. El chico a su lado se encogió de hombros con una sonrisa. – Entonces resígnate a saber que salen juntos siempre fuera de tu campo visual haciendo quién sabe qué cosas.

-¿Quieres joderme? – preguntó el rubio molesto. – Hablo enserio POR QUÉ CARAJO SIGUES MOLESTANDOME.

-No te molesto, estoy de tu lado. – dijo el pelirrojo mirándolo seriamente. – Tampoco quiero que Todoroki te gane la pelea ¿entiendes? Estoy de tu lado y quiero que te quedes con la chica, pero también tienes que hacer sacrificios por ella.

-Él tiene razón. – dijo Denki llegando con una sonrisa. – Todoroki tiene a su mamá enferma, pero siempre que tiene un tiempo, la invita a salir a alguna parte. Bueno, es una de las razones por la cual estoy de su lado.

-Deberías invitarla a una cita. – dijo Eijiro con una sonrisa mirando al rubio explosivo, Bakugo arqueó una ceja. – Ya sabes, salir con ella a hacer distintas cosas, pasear, ir a ferias entretenidas, comer algo rico, tomar helado, cosas por el estilo.

-No es lo mío. – dijo Bakugo mirando hacia la ventana. – No hago ese tipo de cosas, sólo entreno siempre.

-No pierdes nada intentándolo. – dijo el pelirrojo mirándolo con una sonrisa. – Yo te enseñaré hoy en la tarde todo lo que se hace en una cita.

-No quiero una cita contigo.

-Claro que si, todos quieren una cita conmigo. – dijo el pelirrojo con una sonrisa. Después de clases, ambos chicos salieron a pasear por el centro de la ciudad. – Bien, primero, depende del clima ¿te gusta el café? – Bakugo asintió con la cabeza. – Bueno, si hace frío, podrían invitarla tomar café a esa cafetería, esta muy de moda. En el caso de que haga calor, la invitas a tomar helado.

-Oh, qué es eso. – dijo el chico emocionado viendo un centro de deportes entretenido, con lugares para escalar cosas enormes, para hacer cosas como jugar hockey, y enormes trampolines. – Eso es genial ¿no puedo?

-No, Bakugo, no. – dijo el chico mirándolo cansado. – La idea es tener una cita romántica. Piénsalo de esta forma, si un chico te ofrece rosas y chocolates, y el otro te ofrece ir a partirse la madre con ese tipo de juegos ¿a quién eliges?

-Eh

-Bueno, la respuesta es obvia, las rosas y chocolates. – el chico infló sus mejillas un poco abrumado. – Bueno, después de comer algo rico, lo que podrían hacer es ir a algún lugar divertido, caminar por la ciudad e ir a algún parque de diversiones.

-Los parques de diversiones no son divertidos. – dijo el chico mirando mal al pelirrojo. – De seguro se duerme a la mitad de la cita.

-Que no. – dijo el pelirrojo soltando un largo suspiro. – Sólo hazme caso ¿si? Mañana irás y le pedirás salir el fin de semana.

-Pero yo - el pelirrojo se fue caminando, Bakugo se quedó parado mirándolo molesto. – Pero como se lo pido

-¿Vamos? – dijo la chica al día siguiente, llegando a su aula para ir a desayunar nuevamente, como casi todos los días. El chico la miró nervioso y le dio una última mirada a Kirishima, quien le levantó los pulgares con ánimo. - ¿Katsuki? ¿Pasa algo?

-No es nada. – dijo el chico caminando junto a ella. El chico respiraba irregularmente, totalmente nervioso, decir las cosas de manera sutil no era para nada lo suyo. ____ parecía natural, como siempre. Bakugo tragó con fuerza unos segundos mientras la chica compraba las cosas para el desayuno. – Oye, quiero

-Qué pasa. – dijo ella volteándose a ver mientras compraba, Bakugo sintió que las palabras no salían y meneó un poco la cabeza. – Katsuki.

-Esta vez toma el de chocolate. – dijo el chico dirigiéndose a buscar una mesa. El chico pasó una mano por su cabello frustrado. No podía decírselo frente a frente, ya la había besado, pero una cita, pedírselo de una manera sutil como le había dicho Kirishima, era demasiado para él. La chica llegó a sentarse a la mesa y le entregó su desayuno al rubio. – Gracias.

-¿Gracias? – dijo la chica extrañada con una sonrisa. – Otra faceta, me gusta, de nada.

-Por favor, fue sólo un reflejo. – dijo el chico suspirando, ____ preparó su café para beberlo, Bakugo no dejaba de mirarla, esperando el momento indicado para pedirle la cita, pero al parecer, no había un momento adecuado, simplemente tenía que decirlo. Pero de simple no tenía absolutamente nada. – Quiero tomar helado, no, café, depende del clima.

-Si, te gusta mucho el café. – dijo la chica con una sonrisa dándole un mordisco a su pastelito de vainilla que siempre compraba, Bakugo tragó un poco de saliva. – Pero si, cuando hace calor también me gusta tomar helado.

-No, es que - el chico pasó una mano por su cabello nuevamente, ____ arqueó una ceja y él soltó un suspiro. – Es que mira, yo ayer salí con Eijiro, y me daba instrucciones, yo no sé hacer esto

-Qué pasa Katsuki. – dijo la chica intentado entender lo que quería decir.

-Es que - Bakugo tomó un poco de café tratando de relajarse. – Es que, quiero ir a tomar café, no, helado, depende del clima. Es decir, no quise decir eso, digo, si, pero no esa forma ¿entiendes? - ____ frunció el ceño confundida. – Yo necesito ir al parque de diversiones, rosas y chocolates, ya sabes, esas cosas caminar por la ciudad.

-Katsuki, espera. – dijo ella haciendo que el chico dejara de hablar, ____ le sonrió, haciendo que el chico se sonrojara y desviara la mirada unos segundos, pero después volvió sus ojos a ella y su mirada con una sonrisa divertida en su rostro. - ¿Quieres ir a una cita?

-¿Conmigo? – la chica lo miró divertida, el chico le sonrió. – Si, si, es eso, es que no sabía cómo decirlo, ya sabes, ayer Kirishima me ayudo a saber qué hacer, nunca he salido en una cita.

-Eres adorable a veces, Bakugo. – la chica se tapó la boca inmediatamente. El chico la miró con una mirada traviesa. – No lo hagas.

-Pero tu me dijiste Bakugo. – dijo el chico mirándola pícaramente, la chica lo miró mal. – Camina por ti misma hacia la bodega si no quieres que lo haga aquí mismo.

-Si, hace dos segundos parecías muy tímido. – dijo la chica molesta levantándose de su asiento. El chico la miró, parada frente a él. – Ya, apresúrate, tenemos que volver a clase pronto.

-Te veo impaciente

La Bella y el Tsundere {Bakugo Katsuki}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora