10/05/2016
Ya había pasado un mes desde nuestra llegada a Atenas, las cosas iban increíbles, Jasón se había llevado muy bien con las chicas, sobre todo con Gina, y todos los días iba al departamento después de la escuela, Fran salía cada viernes con Griffin, resultó que sí es buen chico después de todo.
Las cosas con mi querido tutor iban bien, se sorprendió al saber que no estaba tan perdida en los temas de las clases anteriores y el jueves pasado aprobamos un ejercicio donde teníamos que conseguir cadena perpetua para un violador, fue fácil, siempre iba a esos casos con mi padre pues decía que tenía que ir agarrando el gusto por la ley, cosa que jamás pasó, no como él quería.
Las cosas con el tema de mi abuela ya no me deprimían tanto, aunque me seguían afectando.
Hoy era viernes y decidimos ir a un bar a divertirnos un rato además de celebrar el cumpleaños de nuestra querida Gina.
—Y bien, ¿Cómo me veo? — dio una vuelta en su lugar la cumpleañera.
—Ese vestido es precioso — Fran termino de arreglar su cabello en una prolija coleta.
—Lo sé, fue un regalo de Abel— Hacía 3 meses que no lo veíamos y aun no sabíamos con certeza cuándo terminaría su seminario en España, realmente lo extrañaba. El y Gina eran muy unidos, no fue sorpresa que llegara un paquete para ella en la mañana.
—El siempre con su buen gusto, lástima que no está aquí — concordaba totalmente con Fran, el vestido era precioso.
—Sí, pero no podíamos decirle que no fuera, después de todo, era una gran oportunidad — así es Ale, al igual que la que recibimos una semana después de que se fue.
Unos pequeños golpecitos en la puerta hicieron que nos sobresaltáramos.
—Hola — un Jasón muy bien arreglado se encontraba tras la puerta — ¿están listas? —cuestionó mientras entraba al departamento.
—Sí, solo deja voy por mi bolso — regresé a la habitación y tomé el bolso que se encontraba sobre el escritorio.
Ya todos estábamos en el auto en dirección al bar, era la primera vez en mucho tiempo que salía a un lugar como este y me llenaba de emoción ir en una ocasión como esta.
Entramos al bar y era realmente agradable, la música sonaba a todo volumen por el lugar, el alcohol iba y venía, era un gran ambiente.
Jasón nos dijo que había reservado una mesa cerca de la pista de baile y nos dirigimos a esta.
—Jasón amor, llegaste —una joven de unos 20, llegó corriendo a abrazarlo pasando por alto nuestra presencia.
Era más bajita que todas nosotras a pesar de que traía unas zapatillas de aguja bastante altas, su cabello era negro azabache, tenía un buen cuerpo el cual estaba cubierto por un vestido negro de lentejuelas, al parecer la chica no tenía un buen gusto en lo que a ropa se refería.
—Hola, enana — los labios de Jasón depositaron un suave beso en los de la chica — te presento a mis nuevas amigas — hizo un ademán haciendo que la chica nos prestara atención — Stella, Francesca, Alessandra y Gina; chicas ella es mi novia, Astrid — todas sonreímos en forma de saludo.
—Un gusto — dijimos al unísono. La chica nos miró una a una, al llegar a Gina la examinó de pies a cabeza con algo de asco en la mirada, al parecer la consideraba una amenaza.
—Hola — fue lo único que salió de sus labios carmesí.
Después del incómodo momento las chicas y yo decidimos ir a la barra por algo de tomar, cada una pidió su bebida, y regresamos a la mesa.
