6/06/2016
Ya había pasado una semana. Todos los días Griffin y Evan habían estado yendo al departamento; ya no usábamos la Jeep de la escuela, pues ambos iban por nosotras. Fran estaba cada vez más feliz con Griffin, él era un poco empalagoso a veces, pero divertido.
Hoy era viernes y habíamos quedado en ir a un bar nuevo, según Jasón era un Bar-Karaoke así que iríamos a escuchar un poco de música y cantar después de algunos tragos.
—Ella, Evan está aquí — el sonido de la puerta cerrarse se escuchó y segundos después unos pequeños golpecitos se hicieron presentes de tras de la puerta de mi recamara.
—Ella, ¿puedo pasar?
—Adelante — estaba en un pequeño escritorio terminando un presupuesto del supuesto edificio del plano anterior.
— ¿Qué haces hermosa? — se acercó y depositó un beso en mi mejilla.
—Terminando unos presupuestos — me voltee a verlo.
—¿Nunca paras? Cada vez que vengo estás haciendo algo — se sentó en la cama, y me observo con esos ojos que hacían que me olvidara de todo.
—Es algo que no puedo evitar –— siempre he sido así, me funcionaba. — Además eso es lo que te gusta de mí — me senté a su lado.
—En eso tienes mucho razón, me gusta que seas tan... tú — tomo mi mentón en una de sus manos y acerco sus labios para depositar un dulce beso en ellos. — Ahora por favor arréglate que en un rato iremos al bar.
—Sí, ya voy — me emocionaba la idea de salir con las chicas y que Evan nos acompañara no solo como mi amigo, provocaba una extraña y linda sensación en mí.
Ya es hora de que encuentres a alguien que sea tu compañero. Las palabras de mi abuela se hicieron presentes, ¿será que Evan podría ser ese compañero que tanto quería ella que tuviera?
Estaba tan sumergida en mis pensamientos, que salí del baño envuelta en una toalla y me dirigí al vestidor sin el menor cuidado.
—Linda vista, me podría acostumbrar a esto — maldición se me había olvidado que él estaba aquí.
—Carajo, me asustaste, ¿podrías salir para que pueda vestirme? — sujeté con mis manos la toalla para evitar que se cayera, ¿Cómo pude olvidarme de su presencia en mi habitación?
—Podría, pero no quiero — lo que me faltaba, esto no podía ser más incómodo.
—Evan... por favor — apunté a la puerta.
—Bien — con toda la pereza del mundo se acercó a mí y deposito un beso en mi frente antes de salir del cuarto.
Me decidí por una falda con vuelo roja, una blusa negra y mis amadas botas del mismo color que la blusa, coloque un maquillaje súper natural, pero con un labial rojo sangre.
Salí en dirección a la sala, solo faltábamos Gina y yo.
—¡Linda! — el comentario de Fran hizo que un leve rubor apareciera en mis mejillas.
—Si no estuvieras con Griffin creería que me quieres quitar a Ella — mi querido Evan, no tienes idea.
—Si quisiera quitártela ya lo habría hecho — le guiñó un ojo Fran al chico.
A pesar de que no era la primera vez que esta clase de comentarios salían de la boca de la castaña, no podía evitar ponerme de un tono escarlata a causa de cada uno de ellos.
—Fran, estoy aquí — tranquilo Griffin, tendrás que irte acostumbrando.
—Lo se cariño — sonrió la castaña causando que riéramos todos.