23/06/2016
—Ella no quiero, el solo verlo me recuerda lo que hizo y no puedo con eso — la frustración de Fran era notoria.
—Sé que no quieres, yo tampoco quiero que lo hagas, sabes que nunca he sido de segundas oportunidades, pero él te hace feliz y creo que por lo menos deberían hablarlo — coloqué una mano en su mejilla.
—Está bien, saliendo de aquí hablaré con él — era obvio que era lo último que quería hacer, pero se veía tan feliz que tal vez no era tan malo darle otra oportunidad al idiota ese.
Nos encontramos de camino a la clase de dibujo para Ing. Civil, la clase siempre empezaba tarde y la profesora lo único que hacía era dejar tarea que solo revisaba al final del parcial, era muy desordenada.
—Muy bien chicos, el día de hoy haremos los planos de un hotel — la Profa comenzó a explicar sobre los criterios que evaluaría del trabajo. — Pueden hacerlo en binas, pero tendrán que exponer su trabajo, nos vemos la siguiente clase.
La señora llegó 40 minutos tarde, así que prácticamente solo le dio tiempo de explicar.
Nos dirigimos a la clase de lenguas, materia obligatoria para todas las carreras, aunque cada quien elegía la lengua a estudiar. Desgraciadamente nosotras no tuvimos la oportunidad de elegir puesto que el director de la escuela nos asignó a lengua Griega, ya que obviamente no teníamos un amplio conocimiento de esta y a la hora de hacer nuestras prácticas la íbamos a necesitar.
— ¡Chicas! — La voz de Ale se escuchó por el pasillo, ambas nos detuvimos y buscamos a la portadora de la voz.
— ¿Lenguas? — Preguntó amablemente.
— ¿Tú también? — si Fran si no, ¿a que vendría a este edificio?
—Sí, ¿vamos? — Nos hizo un ademán con la mano indicando que siguiéramos caminando.
—Odio esta clase, ¿no puedo simplemente contratar a un traductor y ya? — siempre he sido una chica de números, y leguas era un área en la que no podía, simplemente no estaba hecha para ello.
—No Ella, tienes que aprender, no es tan difícil, además en tu trabajo no vas a andar con tu traductor a todos los eventos que se hagan o cuando tengas que hacer una presentación — aunque no quisiera admitirlo, Fran tenía razón.
Entramos al aula y nos fuimos a la parte central del salón, ahí corría menos peligro de tener que participar.
—Kaliméra foitités.
—Kalo proi (buenos días) –respondimos todos.
—Anoixte to vivlio sas sti selida eikost eptá (abran su libro en la página veintisiete) — la profesora era una señora de unos 30, no tan alta, con cabello rojizo y tés blanca.
—Aftó eínai to théma tou pérasma, ta mathímata 1 éos 20, ta opoía tha oloklirothoún me tin katigoría A, 35 leptá, diaváste perissótera se omádes. (Este es el tema de la clase pasada, resuelvan los ejercicios 1 al 20, todos se resuelven con la lectura A, tienen 35 minutos, luego los revisaremos en grupo)
Me dispuse a hacer lo que había dejado y, aunque entendía algunas cosas, otras simplemente me ocasionan dolor de cabeza, esto de no saber con exactitud lo que voy a realizar no va conmigo.
—Fran no entiendo — dije derrotada cuando llegué al ejercicio 12 —. No sé qué rayos está pidiendo.
—En base al texto vas a crear un diálogo que contenga de manera resumida lo que ya leíste — me explicó. — Si tienes duda de cómo se escriben algunas cosas me dices y te ayudo.