30/05/2016
La luz del sol entraba por el gran ventanal del dormitorio, me levanté de mi cama y me dirigí al armario a elegir la ropa que me pondría hoy.
Opté por un short de rayas azules y blancas con una blusa roja y tenis en el mismo tono que el short.
Me metí a bañar, era realmente relajante, después de todo el trabajo de estos dos días no había podido disfrutar una ducha. Salí del baño envuelta en una toalla y me dirigí al vestidor por la ropa antes elegida; comencé a vestirme y escuché que alguien tocaba la puerta de mi habitación.
—Ella, ¿estás despierta? — preguntó Gina del otro lado.
—Sí, pasa — coloqué mi blusa lo más rápido que pude — ¿Qué pasó? — salí del vestidor para encontrarme con ella sentada en la cama.
—Abel habló. Dice que en un mes más regresa, pero que no viene solo — hizo una mueca.
—¡Eso es genial! ¿No? — me senté junto a ella.
—Lo es, lo extraño muchísimo, lo que me preocupa es ese alguien con quien viene, no dio detalles y no sé qué pensar.
—Tranquila, si Abel viene con él o ella supongo que es buena persona, ya sabes lo selectivo que es con sus amistades — le tomé una mano.
—Es verdad, creo que me debería preocupar más por esa persona que por Abel — ambas reímos, si a veces Abel era un poco difícil.
Después de un rato más de plática salimos del cuarto y fuimos a la cocina a ver que prepararía para desayunar.
—No tengo la más mínima idea de que hacer, ¿y si mejor salimos a desayunar con las chicas? — volteé a ver a Gina después de revisar el refrigerador.
—Me parece bien, deja llamo a las chicas — y se fue en dirección a los cuartos.
Media hora después las chicas estaban listas, así que bajamos y tomamos un taxi ya que el chofer solo estaba disponible los días que había clase. Le di la dirección del pequeño restaurante al que Evan me había llevado en aquella ocasión, cuando llegamos nos sentamos en una mesa cercana a la ventana.
—Y cuéntanos Ella, ¿cómo te enteraste de la existencia de este lugar? — inquirió Fran.
—La vez que te dije que Evan me invitó a comer me trajo a este lugar — vaya que había sido un buen día.
—Entonces esa salida no fue en plan amigos — Gina, no.
—No empiecen, Evan es solo mi mejor amigo — vamos, no he hecho nada para que empezaran con estas cosas.
—Todas sabemos que él quiere ser más que un simple amigo — ¿pero qué rayos dices Fran?
Estábamos en medio de una mini pelea cuando Ale nos silenció.
—Bájenle dos tonos a su volumen, ahí está Evan — apuntó con la cabeza a la entrada.
—¡Evan! — Grito una chica un poco más alta que Fran.
—Leanda apúrate, tengo que estudiar y hacer un contrato — el chico traía ropa casual, jeans y una camiseta blanca.
—Se los dije, solo somos amigos — les saque la lengua a las chicas, aunque una sensación extraña impidió que pudiera sonreír del todo.
—Oh no, me niego a creerlo — Fran se levantó. — ¡Evan, por aquí! — e hizo un ademán con las manos, esta me las pagaras.
Él volteó en nuestra dirección, al principio se sorprendió, pero después de unos segundos nos saludó, se giró hacia la chica con la que estaba y le dijo algo a lo que ella nos miró y asintió, él se fue acercando a nuestra mesa.